
Ventajas y desventajas de operar con materias primas a través de Contratos por Diferencia (CFD)
Los Contratos por Diferencia (CFD) son instrumentos financieros derivados y son utilizados para especular sobre las fluctuaciones en el precio de un activo subyacente, sin la necesidad de poseer directamente dicho activo. Los CFD admiten inversión en diferentes tipos de activos como acciones, índices, divisas o materias primas.
Un paso inicial es responder a la cuestión sobre los commodities. Estos se refieren al mercado de las materias primas, un sector financiero especializado en la comercialización de productos básicos y que también se conoce como sector económico primario. Los inversores tienen acceso a aproximadamente 50 mercados de materias primas, que suelen clasificarse en productos blandos, como el azúcar o el trigo, y productos duros, que tienen al oro y el petróleo como los principales referentes.
Para entender bien cómo funcionan los CFD hay que destacar que estos representan acuerdos entre dos partes, donde el comprador se compromete a pagar al vendedor la diferencia entre el valor actual del activo subyacente y su valor al momento de cerrar la posición, multiplicado por el número acordado de contratos. En otras palabras, al operar con CFD, no se realiza la compra o venta directa del activo subyacente.
El apalancamiento de los CFD
El apalancamiento es una característica de los CFD, ya que permite controlar una posición mayor con una inversión inicial menor, mediante el uso de un margen. Este margen es un porcentaje del valor total de la operación que se debe depositar como garantía. Aunque el apalancamiento puede amplificar las ganancias cuando el mercado se mueve a favor, también incrementa las pérdidas si el mercado se mueve en contra.
En estos casos, el riesgo de perder más de lo invertido es real, ya que las pérdidas pueden superar el capital inicialmente depositado. Es importante estar consciente de este riesgo y de cómo el apalancamiento puede aumentar significativamente la exposición en cada operación.
Por otra parte, las transacciones se basan en las previsiones del trader sobre la evolución del precio de un activo, sin necesidad de comprar el activo subyacente ni recibir su entrega física. Los CFD permiten operar tanto en mercados alcistas (cuando se espera que el precio suba) como en mercados bajistas (cuando se espera que el precio baje).
Sin embargo, el uso de apalancamiento en estas operaciones incrementa considerablemente el riesgo. En el caso de operar en corto (vender con la expectativa de que el precio bajará), si el precio sube en lugar de bajar, las pérdidas pueden ser ilimitadas. No existe un límite superior al precio de un activo, lo que significa que las pérdidas podrían seguir creciendo a medida que el precio sube. Es necesario gestionar adecuadamente el riesgo.
Acceso versus volatilidad
Los CFD facilitan el acceso a mercados líquidos y muy volátiles, como las materias primas, o índices bursátiles, sin la necesidad de adquirir el activo subyacente. Si bien esto ofrece oportunidades de inversión, también implica un alto riesgo debido a la volatilidad de estos mercados. Los precios de estos activos pueden fluctuar rápidamente por factores económicos y políticos, lo que puede generar pérdidas significativas.
Al operar con apalancamiento en mercados volátiles, el riesgo de pérdidas se multiplica, ya que las fluctuaciones pueden ser más drásticas de lo esperado. Es fundamental tener una estrategia de gestión de riesgos sólida para manejar la exposición y evitar pérdidas imprevistas.
En general, los CFD no tienen una fecha de vencimiento fija, y permanecen abiertos hasta que el trader decida cerrarlos. Sin embargo, existen excepciones, como en el caso de los CFD sobre futuros o ciertas materias primas, los cuales sí tienen una fecha de vencimiento o liquidación establecida, que es determinada por el contrato subyacente.
Es importante tener en cuenta que ciertos eventos pueden hacer que una posición se cierre automáticamente. Por ejemplo, si el trader no mantiene el capital mínimo requerido en la cuenta de margen, el bróker puede liquidar la posición para protegerse contra un saldo negativo.
Además, antes de operar, es esencial verificar si el bróker cobra costos adicionales por mantener las posiciones abiertas durante la noche, conocidos como swaps o rollovers, así como cualquier otra tarifa o comisión establecida por el bróker.
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