Rocío Fonseca: “Los investigadores deben dejar de demonizar a la innovación empresarial”

Se entiende por innovación como la transformación de una idea en un producto o servicio novedoso para el mercado. Hoy en día, la inversión de I+D en Chile es de sólo un 0.35% del PIB anual. Un monto demasiado mezquino. Ideas hay, innovadores también. Pero algo falta. Rocío Fonseca, experta en innovación y emprendimiento, señala algunas razones.

La exgerenta de Innova Chile de CORFO conversó con Anil Sadarangani, en el programa S.O.L.U.C.I.O.N.E.S., de TXS Plus, donde analizó el presente de la innovación en nuestro país, detalló su paso por algunas instituciones y entregó algunas respuestas para un mejor desarrollo de emprendimientos locales.

Sobre qué entiende por innovación, Fonseca señala: “La innovación es lo que te permite sobrevivir, diferenciar, crecer y generar impacto. Tiene que ver en cómo hago un negocio de forma diferente y rentable. Es hacer soluciones que generen un impacto económico, porque eso es la base de las empresas; pero también con un valor social y ambiental”.

En Chile se necesita adaptabilidad de las empresas a los mecanismos de cambio. Los empresarios son sumamente tradicionales y no está en su ADN el tema de innovar. Hay temáticas locales y globales que hacen que las empresas tengan que cambiar. Chile vivió un estadillo social, una crisis sanitaria, crisis económica; y además debe adaptarse al cambio climático y la transformación digital. Por lo tanto, los cambios deben llegar.

“Hay una innovación bien reactiva. Por ejemplo, si necesitas rentar y poder llegar a fin de mes, es relativamente sencillo implementar algún tipo de innovación básica. Pero cuando hay cambios en el mercado y los usuarios piden nuevas cosas, debemos ser lo suficientemente inteligentes para innovar. Es fundamental la creación de nuevos productos para generar así nuevos ingresos. Hay que convertirse en referente y ser mirado por otros como el top en algunos temas”, señala.

Paso por CORFO

Rocío Fonseca fue directora Ejecutiva de InnovaChile por cerca de 4 años. Allí, fue la responsable de gestionar e implementar la política pública de innovación tecnológica en Chile. Lideró un equipo de 60 personas y anualmente gestionó un portafolio de 1.000 proyectos y un presupuesto de aproximadamente USD$40 millones para proyectos de I+D+i Empresarial y la Ley 20.570 de Incentivo Tributario al I+D.

“En CORFO lo primero que hicimos fue acercar la innovación, aterrizarla. Hicimos un cambio cultural y generamos una renovación en el vocabulario. No es necesario que tengas un súper doctorado para entender de innovación. Si en un comienzo apoyábamos 300 proyectos al año, hoy en día son cerca de 1.000 los proyectos con ayuda económica”, explica.

Fonseca señala que hubo un cambio en el paradigma en los proyectos ingresados. Señala que hay varios tipos de innovación, algunas más sencillas y otras con mayor desarrollo tecnológico. “Otro componente fuerte es que hay muchas personas, instituciones e inventores que piensan que va el desarrollo tecnológico primero y después el modelo de negocio; y eso es un modelo antiguo, que ya no se usa. Hoy, desde el día cero, negocio y desarrollo tecnológico ya son innovación”, explica.

Alianza academia y empresa

En Chile es bastante complejo el trabajo entre la universidad y las empresas. Mutuamente hay factores que inciden en una solución poco colaborativa. Por ejemplo, en Estados Unidos cuando una empresa tiene algún inconveniente o una necesidad, recurre a la universidad más cercana. En nuestro país eso no sucede.

Sobre este problema de comunión, Fonseca señala: “Lamentablemente son todavía mundos y culturas diferentes. Hay datos que señalan que menos del 30% de los proyectos de innovación empresarial vienen de la mano con una universidad. Eso es nada. Estamos muy al debe y nos falta alinearnos con el propósito. La universidad está muy orientada a evaluarse con el paper. Los investigadores deben dejar de demonizar la innovación empresarial. Falta sentarse a conversar porque hay grandes desafíos que nos trae la humanidad”.

Fonseca agrega que todo pasa por las personas y que el país necesita unirse por un propósito en común. “Soy de la idea de trabajar por desafíos. Cuando uno tiene un propósito claro, el dinero sale solo. Cuando tienes alineados a los inversionistas, las empresas, los emprendedores y los académicos, nunca he visto que falte inversión. La piedra de tope es el propósito y las personas”, añade Rocío Fonseca.

Empresas e innovación

Otro punto trascendente de discusión tiene que ver con la relación entre las empresas y la innovación. La experta señala que hay tres crecimientos que se han dado exponencialmente desde el estallido social de 2019, y que son: innovación, sostenibilidad y transformación digital. Por lo mismo, ve con una mirada muy positiva lo que viene.

“Hoy tenemos Corporate Venture Capital (CVC), que es una forma de inversión donde empresas establecidas invierten en startups y en compañías en estado de crecimiento. Hay un movimiento fuerte en temas de innovación, pero nos falta para estar en estándares mundiales. Hay muchas empresas que prueban, pero están un poco asustadas ya que no saben hacer las cosas. Pero está bien, porque la innovación también es fallar”, sostiene.

Finalmente, Rocío Fonseca indica que Chile necesita subir al 1% el aporte del PIB a I+D. y que las métricas principales de progreso en nuestro país debieran ser: “Primero, mayor gasto de I+D, ya que ha estado súper estático. Después, generar alianzas de empresas con universidades y de empresas con emprendedores. Tercero, meter a la tecnología dentro de la diversificación de la matriz económica. Y, por último, que ingresen más mujeres al ecosistema”, enfatiza.