Si bien la digitalización ha hecho que el consumo del papel haya disminuido a nivel mundial, aún son altas las cifras de impresión de este material, proveniente de los árboles, donde se extrae la celulosa de la madera. Si bien el uso seguirá siendo masivo, en Chile, Juan Mackenna, cofundador de la startup Boleta Verde, creó una solución para digitalizar las boletas que se emiten desde el comercio.

Por ejemplo, según estudios internacionales, en 2021 se consumieron 415 millones de toneladas en todo el mundo, de las cuales el 44% correspondió a papel kraft y elaboración de cajas y empaques; 23% a multicapas para empaques; 19% a impresión; 11% a servilletas y papeles higiénicos y un 3% para diarios.

En conversación con Victoria Walsh, de Café Plus; el empresario nacional adelanta cómo funciona esta solución, qué alcance tiene e indica cuándo podría estar disponible para su uso. “Llevamos casi cinco años con este proyecto que ya está en la etapa final. Queremos solucionar un problema gigante que no sólo ocurre en Chile, que es eliminar el papel ocioso”, destaca Mackenna.

Y a papel ocioso, el cofundador de la empresa se refiere a las boletas o Boucher, que uno recibe tras hacer cualquier tipo de compra, sin importar la cantidad de productos que uno lleve, ya sea en un servicentro, en el retail o en el supermercado. “Esos papeles tienen una utilidad vaga y terminan generalmente en un basurero”, aclara.

Aplicación especial

Juan Mackenna cuenta que en Chile se emiten 511 millones de boletas mensuales. Por ejemplo, hay algunos Boucher que miden 5,3 centímetros de ancho y en la parte alta cerca de 8 centímetros. Si eso, se multiplica por la cantidad de boletas, se puede ir Arica a Punta Arenas, 10,6 veces, o dar la vuelta al mundo en 6,4 ocasiones.

Por lo mismo, nace Boleta Verde: “Nuestra idea es que todas las boletas que se emitan tras una compran queden en una casilla personal, segura e individual. Y estas estarán en una aplicación que se podrá revisar en cada teléfono móvil. Ahí, uno podrá verificar cualquier boleta, sin importar el tiempo transcurrido. Cuando pregunten cómo paga, el usuario deberá decir con Boleta Verde”, resalta.

El cofundador de la startup, menciona además otras externalidades importantes. Cuenta que se asociaron con una Fundación para que, cuando se emitan una cierta cantidad de boletas a través de este sistema, se plantará un árbol, en un determinado lugar ya seleccionado. “Con esto, el usuario sabrá que estará aportando con algo concreto. La Fundación lo va a plantar y lo cuidará por dos años. Así, aportamos con conciencia ecológica”, explica.

Mackenna puntualiza que, si bien manejarán datos de compra, esta información será totalmente anónima, acogiéndose a la Ley de Protección de Datos Personales. También, en la aplicación uno podrá buscar boleta por servicio, fecha de emisión, etc. Además, podrá hacer pagos automáticos y recibir notificaciones puntuales de ciertos comercios que sean relevantes para el usuario.

“No será invasivo, ya que no se recibirán mensajes cada vez que se emita una boleta. Estas van a quedar en un depositario universal para evitar la impresión del papel. Al comprar, uno dictará su RUT y con eso basta”, explica Mackenna, quien además agrega que este proyecto ya ha recibido dos galardones: el Premio Microsoft por innovación y también desde la Cámara Franco Chilena de Comercio, debido a su aporte al medioambiente.