La región de Antofagasta representa aproximadamente el 9% del Producto Interno Bruto nacional y es por excelencia la capital de la minería, con una representación del 56% del PIB. Esa vocación minera ha propiciado la creación y desarrollo de un importante ecosistema de proveedores, centros de conocimiento y centros tecnológicos. Melissa Guajardo, directora ejecutiva del Comité de Desarrollo Productivo Regional de Corfo, cuenta el presente de su labor.

La Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), es otra organización que ha propiciado el desarrollo de infraestructura clave, como plantas desaladoras y generadoras, para abastecer la demanda minera. Pero también para el desarrollo de energía para la anhelada diversificación de la matriz. Hoy en día, la región apuesta por la industria del hidrógeno verde y la electromovilidad, dada la próxima industria del litio y la meta de Chile de ser carbono neutral al año 2050.

“Nuestra región genera una gran potencialidad a la industria energética, a través de los proyectos de paneles fotovoltaicos y de energía eólica. Dada la industria minera y energética, pero también en lo que se refiere al turismo, la región de Antofagasta presenta desafíos diversificados. Y estos van de la mano de una red colaborativa y de profundizar, con diferentes tipos de programas, estrategias para no dejar a ningún sector sin atención o participación”.

Melissa Guajardo, de Corfo.

La encargada de Corfo señala que su misión es apoyar a las pymes, que son proveedoras de bienes y servicios, para esta industria diversificada. “Pero también el foco está en la industria agroalimentaria del desierto y la agricultura a pequeña escala. En la región no solamente nos identificamos con la minería y la energía. Estamos en la era del conocimiento y la tecnología para poder hacer sustentable los servicios, agilizar los costos y tiempos, y tener un rol articulador hacia un ecosistema de innovación y emprendimiento”, indica a Sello Región.

Red colaborativa regional

En Antofagasta se están haciendo diversas actividades para fomentar y adoptar estos nuevos desarrollos. Por lo mismo, existe una red de colaboración, conocimiento y tecnología; que realizan las universidades, los centros tecnológicos y los centros de formación. “En esta administración, Corfo tiene una estrategia de acción en torno a la innovación, el emprendimiento y el fomento productivo, con una política industrial con un foco sostenible”, indica Melissa Guajardo.

La directora de Corfo sostiene que en Antofagasta existe una participación muy profunda entre las universidades y la industria, pero también con los centros de formación técnica y centros de educación básica y media. “Hay una formación con mirada industrial, por ejemplo, con lineamientos de mecánica y otras instancias que se trabajan mucho en la región. Por otra parte, la Universidad de Antofagasta está creando un centro de economía circular, con proyectos que quedan en la entidad pero que también le aportan al empresariado”, indica.

Como se mencionó, Chile se propuso como meta ser carbono neutral al año 2050 y la región de Antofagasta puede aportar muchísimo para que ese anhelo se cumpla, sobre todo en temas de electromovilidad y electrificación de procesos. “Como región nos conectamos a los desafíos de la política nacional, pero nos focalizamos también en los planes regionales. Y uno de los grandes proyectos que se están incentivando en el territorio es el de hidrógeno verde”, comenta.

En estos momentos Antofagasta tiene dos proyectos que están focalizados en la investigación y desarrollo, y lograr pilotear, a un mediano plazo (2025-2026), la posibilidad de generar hidrógeno verde. “Ahí contamos con la conexión de nuestro mar, donde nos entrega una infraestructura portuaria que permite hacer la importación y, más adelante, la exportación del producto”, explica Melissa Guajardo.

La encargada de Corfo indica que sus focos están en el emprendimiento, la innovación, los ecosistemas y generar las bases para poder seguir creciendo. Por último, Melissa Guajardo hace un llamado a trabajar con sostenibilidad y equidad de género, por lo mismo, invita a los diversos actores de la zona a incorporarse y a ser responsables con estos desafíos.