Uno Punto Cinco es una ONG que busca impulsar la acción climática, en la toma de decisiones, para evitar superar el aumento de 1.5ºC de la temperatura global. Para ello, trabajan con la ciudadanía, los jóvenes, la academia, y el sector público y privado. Benjamín Carvajal, fundador y presidente del organismo, relató a Café Plus el trabajo que han hecho con la Academia de Transición Energética (ATE).

El ente, que está presente en Chile, América Latina y el Caribe, y el mundo entero, desarrolla proyectos en: educación y empoderamiento en soluciones concretas y habilidades claves; incidencia dentro de la agenda de políticas públicas climáticas en Chile, Latinoamérica y el mundo; y en la creación de comunidad conectando a organizaciones y agentes de cambio en acción climática.

La ONG, sin fines de lucro, tiene como objetivo además llegar hasta los tomadores de decisiones para trabajar en temas de acción climática y transición energética. “Por lo mismo, en la ATE contamos con la Agencia Internacional de Energía, porque entendamos que la COP es un ecosistema que reúne a muchas entidades. Este curso se hace a nivel internacional y llegamos a diferentes partners”, explicó Benjamín Carvajal.

El fundador de Uno Punto Cinco indicó que en la región, Latinoamérica y el Caribe, existen múltiples desafíos en común, como generación de energía. “Pero también tenemos desafíos en el acceso a la energía de las empresas, la pobreza energética, la descarbonización y temas de transporte. Además, tenemos ciudades bastante contaminadas por el transporte y también por la forma de calefacción”, detalló.

Carvajal y el interés mundial

Por otra parte, Benjamín Carvajal añadió que, por lo mismo, se comparten tareas similares entre los países de la región. Y allí también mencionó a los minerales críticos. “Es una región que resguarda muchos minerales que son bastante claves para la transición energética. Por ejemplo, el litio, está en Chile, Bolivia y Argentina; y el cobre en Perú. Entonces, mostrarnos unificados y conectados es clave”, sostuvo.

Con dos años de trabajo, la ATE ha tenido más de 3.500 participantes para alguna de las actividades que la ONG viene desarrollando. Si bien la Academia está enfocada en los desafíos de Latinoamérica y el Caribe, reciben postulaciones de todo el mundo. “De los países que más participaron, están Perú, Ecuador, Chile y Colombia, en ese orden. Pero tuvimos personas de más de 56 países que postularon”, agregó.

La Academia de Transición Energética (ATE, es un curso completamente gratuito, dirigido a personas interesadas en el sector energético. Al finalizar, los participantes reciben un certificado de participación. El objetivo es formar capacidades técnicas y teóricas potenciando el conocimiento en torno a la transición energética y además preparar a una audiencia diversa para el proceso de actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) en los países de la región.

Finalmente, Benjamín Carvajal, contó que el 47% de las 3.500 personas que postularon son mujeres. Además, el 60% corresponde a gente de entre 18 a 35 años, que es el core del programa. “Pero contamos con personas de hasta 77 años, entonces también unimos diferentes generaciones, y de disciplinas diversas como  abogados, ingenieros, periodistas, arquitectos, etc. Es bastante amplio en sus diferentes aspectos”, puntualizó.