Susana Corrales: “El hidrógeno verde hace un match perfecto con la tecnología offshore”
Desde 2019 que RWE está trabajando en Chile una estrategia para desarrollar proyectos solares y eólicos -terrestres- a lo largo del país, con la intención original de comenzarlos a partir de 2026. Hoy en día, está elaborando su primero plan de hidrógeno verde llamado Vientos Magallánicos. Susana Corrales, gerente de Transmisión de la compañía, habló sobre los planes en transmisión y distribución.
En concordancia con la meta del Grupo de Carbono Neutralidad al 2040, RWE Chile espera contribuir -a través de sus proyectos- a la lucha contra el cambio climático. Corrales tiene una amplia experiencia en la planificación del Sistema Eléctrico Nacional y además cuenta con una diploma en Energía Sustentable en la Universidad Católica de Chile.
Sobre la transmisión, la experta dice que es clave ya que habilita la factibilidad de poder transportar energía limpia, por ejemplo, con el sol dese el norte del país; y a través de viento por el sur. “No importa que tomemos medidas para licitar terrenos y construir nuevos parques renovables o que se bajen los impuestos para que sea más atractivo construir. Si es que no tenemos transmisión, no hay generación. Así que la transmisión, realmente, es la que marca la velocidad real con la que podemos alcanzar la transición energética”, indicó a Girl Power.
Susana Corrales comentó que siempre es un desafío integrar tecnologías nuevas, sin embargo, estas vienen a tratar de darle un empujoncito a la transmisión. “Por ejemplo, el almacenamiento ayuda a que podamos desplazar energía, que tenemos disponible en ciertos horarios. También contamos otras nuevas tecnologías, como al servicio complementario de condensadores síncronos. Con esto, la idea es poder desplazar estas máquinas tradicionales y tener la capacidad de que la matriz sea cada vez más verde”, añadió.
Tecnología offshore
La gerente de Transmisión de RWE añadió que en también se cuentan con tecnologías, llamadas Grid Forming, que vienen a imitar a las máquinas tradicionales y que permite evacuar más energía renovable. “Y tenemos también otra tecnología muy interesante, que es la tecnología offshore. Sin embargo, esta tecnología se encuentra muy emergente, es decir, que los costos de implementarla son bastante grandes en comparación con los beneficios que se tendrían”, recalcó.
Corrales insistió que Chile existe potencial para desarrollarla y que contamos con los recursos y oportunidades para desarrollarla, sin embargo, es súper emergente y para que sea rentable se necesita tener tamaños considerablemente grandes. “Estamos hablando de unos 500 megas a 1 Giga aproximadamente. Y que sea offshore, significa que se construye en territorio firme, sino que está en territorio marino”, explicó.
Ese, añadió, es un desafío para el país, ya que algunos vecinos de la región (Brasil y Colombia) ya lo están abordando. Brasil, en estos momentos, tiene más de 90 proyectos en evaluación y que suman más de 200 Gigas. “De hecho, en paralelo, el Gobierno está discutiendo en el Senado las condiciones con las que van a licitar los derechos de explotación del mar. Y en Colombia ya iniciaron una licitación para poder explotar el mar, en cierta parte, acotada, y previamente estudiada”, ejemplificó.
Finalmente, Susana Corrales habló de la estrecha relación entre el hidrogeno verde y la tecnología offshore. Dado que ambas necesitan un alto consume, se podrían construir plantas de forma aislada. “El hidrógeno verde hace un match perfecto con la tecnología offshore. Por ejemplo, cuando construyo una planta de hidrógeno, tengo dos desafíos: la energía y su transporte (puerto). Y cuando hablamos de tecnología offshore, por ejemplo, este problema estaría resuelto, ya que estoy en el mar y tengo mi planta productiva cerca, teniendo un proceso bastante más más eficiente”, idealizó.