Letícia Benso comenta planes de Brasil para su transición y el acceso universal a la energía

La Amazonía de Brasil es un territorio único en el mundo y que está compuesto por comunidades de diversas culturas, lenguas y realidades. Por ejemplo, uno de los problemas principales es su vulnerabilidad energética. Por ello, Letícia Benso, representante de la Cámara de Cooperación Alemana (GIZ), comentó cómo están trabajando en su transición y en dar acceso universal a la energía.

La empresa europea trabaja codo a codo con el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, con empresas energéticas y con el operador nacional del sistema eléctrico, para abastecer y entregar soluciones de electrificación a las comunidades de la Amazonía. “Tenemos licitaciones para abastecer los sistemas aislados, estamos haciendo un esfuerzo para interconectar a las regiones y contamos con un bonito programa llamado Luz para Todos”, comentó la experta a Girl Power.

Pero, además, el gobierno trabaja en el proyecto Energía de Amazonas, que busca proporcionar diversos métodos para dar acceso eléctrico a las comunidades más necesitadas. “Hay mucho espacio para hacer más híbridos los sistemas, es decir, utilizar energía solar y biogás, que se produce con los residuos de la madera y de compuestos sólidos urbanos”, añadió Letícia Benso.

La representante del GIZ comentó, también, que es sumamente importante trabajar esos proyectos (plantas de biogás o paneles solares), con el suficiente cuidado del medio ambiente. “Cuando uno habla de sistemas aislados, se piensa en pequeñas casitas; pero en Brasil, ese concepto, se refiere a verdaderas ciudades que están aisladas. Pero, en la práctica, es fácil de hacer y estamos incentivando los sistemas solares”, indicó.

Caso ejemplar

Por otra parte, Letícia Benso señaló que otro de los trabajos es capacitar a la población para la óptima mantención de los sistemas. “También, otro desafío es buscar un espacios físicos para la instalación de los paneles solares (a través de licitación). Por ejemplo, en la ciudad de Jacareacanga, en el estado de Pará, se van a instalar 30 megavatios de almacenamiento (baterías) y 8 megavatios de generación solar”, comentó.

La representante de GIZ señaló que, como punto de partida, el gobierno esperaba que, en esta última licitación, las renovables alcanzaran un 22%, pero se llegó a un 50%. Hoy en Brasil, añadió, hay 175 sistemas aislados, que albergan a cerca de 2,5 millones de personas. “La pobreza energética es un tema multidisciplinario, porque tener poco acceso (intermitencia) también es una pobreza. Debemos promover mejores condiciones para conectar al mundo”, sinceró.

Finalmente, Letícia Benso, representante de GIZ en Brasil, comentó que, actualmente, se está trabajando fuertemente en los programas específicos de capacitación para las comunidades. “Las personas reciben estos paneles solares, con sus baterías, y tienen un pequeña clase de cómo cuidarlas. Por lo menos, queremos que sepan cómo limpiar las placas y mantenerlas lo mejor posible”, indicó.