Vehículos autónomos: Una creciente realidad
En la última edición de OhMyGeek! Next, Felipe Ovalle, abordó el alucinante mundo de los vehículos autónomos junto a Carlos Rebellón, director de gobierno y política para el territorio de las américas en Intel.
Pareciera sacado de una película futurista, al más puro estilo de Blade Runner. Autos que toman decisiones por sí solos, sin la intervención de su conductor. Sin embargo, esta premisa tan recurrente en Hollywood se está transformando en una realidad, más presente de lo que creíamos posible.
Carlos Rebellón, director de gobierno y política para el territorio de las américas en Intel, explicó que está vanguardista tecnología ya la están implementando gracias a la creación de componentes claves para la inteligencia artificial: el hardware y software.
Señaló que Intel ingresó a este negocio debido a su experiencia en cerebros de computadoras que son capaces de procesar datos cada vez más poderosos. Fue así, que surgió la natural inquietud acerca de qué industria va a necesitar toda esta potencia. La respuesta no tardó en llegar: los vehículos autónomos.
“Esa es un poco la génesis de todo esto. Se empezaron a dar tecnologías que permiten analizar grandes cantidades de imágenes y de alta definición. Un vehículo autónomo no puede confundir un poste con una persona.”, explicó Rebellón.
Niveles de autonomía
Existen distintos tipos de autonomías que van del 1 al 5. Indican en qué etapa se encuentra el desarrollo de esta tecnología y en términos sencillos se trata de qué tan independiente podemos dejar al automóvil.
Carlos Rebellon señaló que los autos que manejamos habitualmente son de autonomía cero, “es decir, todo lo que hacen, es porque yo los dirijo”.
Nivel 1
El automóvil puede operar de manera independiente en pequeñas funciones, pero siempre bajo la supervisión de su conductor. “Aquí está la típica velocidad crucero. La pongo y durante ese periodo de tiempo el carro va a seguir en la línea recta”, añadió.
Nivel 2
El automóvil puede tomar el control por sí solo, pero se interrumpe cuando el usuario lo determina. “Un claro ejemplo es aquellos que se estacionan de manera autónoma”, aclaró el representante de Intel.
Nivel 3
Es cuando el móvil tiene cierta independencia superior a la velocidad crucero, o sea cuando puede virar, estacionarse, acelerar o frenar. Sin embargo, sigue estando configurado para que lo maneje un humano.
Nivel 4
El automóvil aún tiene el volante y las funciones del conductor, pero técnicamente puede andar solo.
Nivel 5
Diseñado para que se maneje solo de principio a fin. “Es el de las películas”, dice Carlos Rebellón quien explica que los dos últimos niveles se encuentran en una fase piloto.
Regularización estándar
Finalmente, Carlos Rebellón, dijo que es necesario que a medida que estas tecnologías se masifican, cada país debe incorporar reglas claras y transparentes en materia de seguridad.
Agregó que la tarea que tienen por delante es explicar a cada gobierno en qué consisten estos avances para que se generen normas tanto en las pruebas de su implementación como en las exigencias para su ejecución.