Por la escasez hídrica, en Linda Vista el 100% de los hogares rurales se abastecían informalmente de agua. Ahora, el Fondo Innova Agua, de Fundación Amulén y Coca-Cola Chile permitió a las familias de esa localidad reabrir la llave, gracias a una solución tecnológica que aprovecha el agua de lluvia

Cecilia Silva acarreaba el balde lleno de agua desde el tanque del patio hasta la cocina de la casa que ocupa con su familia en la localidad de Linda Vista, comuna de Empedrado. Aunque sacrificado, ese era el único sistema que disponía para consumir el agua potable que le llevaba un camión aljibe semanalmente, porque la sequía no dejó otra salida a viviendas rurales como la suya, en la Región del Maule.

“Traen 1.000 litros de agua potable a la semana, pero a veces me falta porque acá somos cuatro. Tengo que cuidarla harto porque tiene que durarme toda la semana, para cocinar y esas cosas. Esto no es digno para nadie, menos para mis hijos, para los que uno quiere algo mejor. No es vida seguir así”, reconocía Cecilia, una de las habitantes de Linda Vista a quienes el Fondo Innova Agua les cambió la vida.

La iniciativa, liderada por Fundación Amulén, Coca-Cola Chile y Cervecería AB InBev, instaló sistemas de captación de aguas lluvias en 17 viviendas de la localidad, una solución implementada por la empresa mexicana Isla Urbana que permitirá generar hasta 36.000 litros de agua limpia y segura al año.

“Se aprovechan los techos y un recurso hídrico que se estaba desperdiciando: la lluvia. Gracias a esta tecnología las familias van a poder almacenar y potabilizar agua a lo largo de todo el año”, explica Antonia Rivera, Directora de Proyectos de Amulén. El agua que se capta escurre por canaletas hacia un depósito donde se separa el agua sucia; luego un colador detiene residuos grandes, como hojas, y al final, otro filtro detiene los sedimentos más finos, y finalmente se adiciona cloro para potabilizar el agua.

Familias agradecidas

A Cecilia le cuesta creer todo lo que mejorará su calidad de vida y la de su familia, después de instalado el sistema de captación de aguas-lluvia en el techo de su hogar. “Es como algo caído del cielo y la alegría más grande es que esta agua uno la puede ocupar en la cocina y para el consumo diario”, comenta agradecida.

Edita Cancino, otra de las vecinas beneficiadas con la innovación de este sistema, manifiesta que la solución será de mucha utilidad: “Nunca pensamos tener esta agua y ahora como el sistema es con filtro vamos a tener agua pura. La gente del campo está acostumbrada a tener agua para plantar, tener sus verduras, tener sus frutales, y sin el agua ¿qué hacemos? Nada”.

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