Un grupo de jóvenes se reúne tres veces a la semana en el restaurante 5ta Cordillera de Los Andes para aprender tareas propias de la cocina y de atención de sala. Son el nuevo grupo de los Bootcamps de Comida para Todos, Achiga y Coca-Cola Chile.

La ciudad de Los Andes en la Región de Valparaíso, con una población que bordea los 70.000 habitantes, no quedó ajena a los efectos de la pandemia. Y es que allí, su pujante sector gastronómico sufrió las consecuencias de la crisis económica y social.

Uno de los restaurantes afectados por el sacudón fue el 5ta Cordillera, ubicado desde hace tres años en pleno centro de la ciudad y cuya propuesta busca ser un reflejo de lo que es la Quinta región, en especial en el área cordillerana, además darle valor a los productos y productores de la zona con los que se vinculan.

Durante la pandemia, 5ta Cordillera desarrolló un rol social muy potente: ha colaborado con ollas comunas, además de involucrarse en proyectos que brindan oportunidades laborales.

Con ese espíritu, se sumó a los Bootcamps de Comida para Todos y Fundación Coca-Cola. “Participar en los Bootcamps permite poder contar experiencias a otros chicos que no han tenido las mismas oportunidades y abrirles las puertas de nuestra casa, para enseñarles lo más bonito: los conocimientos, porque al final eso es lo que uno deja. Solo una persona que formemos y siga adelante, es un gran premio de todos”, explica Xavi Gil de Castro, fundador, chef y dueño de este espacio gastronómico.

Los Bootcamps proponen un programa intensivo de empleabilidad para jóvenes en situación de vulnerabilidad, que se lleva a cabo en diversos restaurantes del país. La idea es que los pasantes, además de ser capacitados en oficios gastronómicos, tengan la oportunidad de hacer su práctica en los negocios que los acogen.

Al 5º Cordillera los estudiantes acuden tres días a la semana y aprenden “desde lo que es una inserción laboral, coctelería, baristas, lo que es el día a día de una cocina: pelar, cortar, la tensión del servicio”, cuenta Xavi.

Jóvenes con un nuevo espíritu

Ser parte de los Bootcamps y trabajar con jóvenes trajo varios cambios al restaurante, pero el más notorio fue la renovación de la energía. Así lo describe Gabriela Ordoñez Cortés, fundadora y encargada de sala de 5ta Cordillera: “Creemos que los jóvenes tienen capacidades para desarrollarse dentro del rubro y hemos notado que hay niños que vienen recién saliendo del colegio y están súper motivados, con muchas ganas de aprender, le ponen harto empeño”.

Las ganas de los jóvenes que participan de los Bootcamps cambiaron el aire de los restaurantes desde el primer día. “El cambio con los jóvenes ha sido súper dinámico, porque ellos aportan ideas. Ha sido como un equilibrio, ellos nos aportan y nosotros les aportamos a ellos”. Al final, los Bootcamps invitan a compartir la riqueza de aprender juntos.

“Para los que quieren estudiar gastronomía, como yo, siento que le ha aportado mucho este curso, porque de verdad me dio un basto conocimiento”, dice Kamal Lues, de 18 años, participante de los Bootcamps.

Ese aprendizaje es de ida y vuelta. Y eso queda claro en las palabras de Xavi: “Al final dices no es la suerte tuya, es la suerte nuestra de poder tener chicos como ellos con nosotros para poder hacer este bello trabajo”.

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