Sergio Giacaman: “Las principales industrias pesqueras están en la región del Biobío”

Durante la década del ochenta, la región del Biobío fue muy importante en la elaboración del acero y la metalurgia. Hoy en día, son varias las industrias que se están desarrollando con éxito en la zona. Por ejemplo, la forestal, la celulosa, los aserraderos, etc. Pero hay una que destaca a niveles internacionales: la pesquera. Sergio Giacaman García, gerente de Camanchaca S.A., destaca y argumenta estos atributos.

Camanchaca cuenta con más de 55 años de experiencia alimentando al mundo desde el mar, con productos saludables y nutritivos. Sus operaciones se desarrollan a lo largo de la costa chilena, de norte a sur. Actualmente exportan pescados y mariscos a más de 50 países en el mundo. Dentro de su misión está alimentar al mundo con proteínas saludables y nutritivas, producidas bajo procesos sostenibles y comprometidos con el medio ambiente, y las comunidades donde están insertos.

En conversación con Pamela Osadey, del programa Sello Región, el gerente de Sostenibilidad de la compañía industria detalla el presente de la región del Biobío en materia pesquera. “Las condiciones naturales de la región son únicas para el desarrollo de esta industria y eso tiene que ver con las características especiales de la bahía”, explica Giacaman.

Líderes nacionales

El Gran Concepción y la zona en general han tenido en el último tiempo un amplio desarrollo en diversas industrias. Además, según estadísticas, es uno de los lugares de Chile con mejor calidad de vida. Prontamente se estará desarrollando allí la industria energética, por lo que serán un polo de atracción en pos de la descarbonización de la matriz energética nacional.

Sobre la pesca, Sergio Giacaman comenta el impacto que esta tiene en el desarrollo de la comunidad. “Hoy está muy fuerte, principalmente en la bahía de Coronel, ya que cuenta con condiciones únicas como, por ejemplo, un calado natural que permite la conexión de los barcos con las plantas industriales a través de túneles que permiten extraer la materia prima”, señala.

Según comenta, en los últimos 100 años la pesca se ha desarrollado con mucha fuerza en la región, producto de estas mencionadas condiciones naturales, que cuentan con capacidades logísticas que no tienen otras regiones de Chile. “Contamos con 14 puertos, y al menos tres de ellos, tienen un importante volumen y alcance internacional”, añade.

De hecho, Giacaman señala que hace muy poco tiempo una empresa internacional, de capitales alemanes, se incorporó como accionista de SVTI Terminal Internacional, a través de la compra de los terminales portuarios de SAAM. Además, durante los años setenta, en la región se desarrollaron las primeras pisciculturas de la industria salmonera, con apoyo del Estado y la Corfo. Entonces, es una zona de tradición pesquera.

“Las principales industrias pesqueras de Chile están en la región del Biobío. Hoy en día contamos con cerca de 6500 personas que trabajan directamente en la industria, con cerca de 370 pymes que se relacionan con los productos y servicios”, indica el gerente de Sostenibilidad de Camanchaca S.A.

Desafíos y metas

Hace algunas décadas la regulación pesquera era bastante mala, ya que no existía sustentabilidad y además la biomasa se había agotado. “Cuando surgió la Ley de Pesca, cuestionada producto de su origen, generó medidas científicas que le han dado sustentabilidad al producto. Hoy en día, la biomasa del jurel, la sardina y la anchoveta, están resguardadas por un comité que vela por su correcto desarrollo”, explica.

Sergio Giacaman sostiene que esta medida ha permitido que el jurel pase de medir 12 a 14 centímetros, a tamaños de 30 o 40 centímetros, con un peso bastante adecuado. Indica que es un desafío de la industria y de un Estado regulador el establecer medidas que permitan la sustentabilidad de los productos.

“Hoy en día, más del 90 % de lo que se captura en el mar es para consumo humano. Lo único que queremos es que las personas, por ejemplo, coman jurel, porque es un súper alimento, de muy bajo costo y de fácil acceso. La sustentabilidad se ha exigido por parte de los clientes internacionales. Y además han surgido instancias internacionales que certifican a las pesqueras. Hemos mejorado los estándares de sustentabilidad”, advierte.

En estos momentos, el desafío principal de la industria es superar la externalidad de los malos olores. Su empresa, Camanchaca S.A., inauguró una planta de tratamiento, con una inversión de 3 millones de dólares. “Tenemos que hacer esfuerzos para poder mitigar y disminuir el impacto que tienen los olores. Es un desafío que tenemos en las comunas de Coronel y Talcahuano”, puntualiza.

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