En el año 2016 fue promulgada la Ley de Transmisión Eléctrica, la que pretendía robustecer el sistema de transmisión de energía desde Arica hasta Chiloé. El reglamento además aseguraría una participación de las comunidades en el diseño de este. Tras siete años, Bernardita Espinoza, CEO de Eletrans, se refiere a cuánto se ha cumplido de ese anhelo.

Hoy en día, este marco reglamentario busca facilitar y desbloquear uno de los problemas más importantes que enfrenta la industria: el permiso para la construcción de proyectos de transmisión eléctrica. Algo que tiene enfrentado al sistema con las comunidades y que, con la colaboración del Estado, se podría solucionar.

La envergadura de estos proyectos choca con el impacto ambiental de las zonas trazadas y eso molesta a la comunidad en general. Las personas no quieren líneas de transmisión en la zona de Lomas de Lo Aguirre (Santiago), Valle del Elqui ni en la comuna de Melipilla. Entonces, cómo hacer para indicarle a dicha población que ese impacto va en su directo beneficio.

“Todos sabemos que la transición energética es fundamental dado los objetivos medioambientales que tiene el país, que es descarbonizar la matriz energética. Pero también debemos ser conscientes de cómo la gente interpreta esta transición y cómo esta debería impactar en la tarifa de la energía. Pero, por otra parte, respecto a la infraestructura, estamos atrasados unos 20 años en el desarrollo del sistema de transmisión. Y eso ha retrasado la descarbonización”.

Bernardita Espinoza, CEO de Eletrans.

Permisos y desafíos

Una de las razones de ese retraso tiene que ver con lo complejo que es el desarrollo y la construcción de proyectos de transmisión. Algo que crece cada vez más. “Claramente, hay distintas formas de relacionarse con la ciudadanía respecto de sus derechos y de sus territorios. Y creo que no hemos sabido cómo canalizar la importancia que tiene la transmisión eléctrica”, indica la CEO de Eletrans a Hágase la Luz.

Muchos proyectos atraviesan comunidades y territorios de muy alta densidad, que afectan a determinados grupos sociales delicados, pero también a lugares medioambientalmente ricos o diversos. “Sabemos que el ministerio de Energía está revisando esto, y viendo cómo poder facilitar y desbloquear los problemas que hoy tiene la construcción de proyectos de transmisión eléctrica”, indica Bernardita Espinoza.

Por ende, uno de los problemas más frecuentes tiene que ver con la permisología de los proyectos. “Esto afecta a todas las inversiones que queremos generar, no solamente a la transmisión. Por ejemplo, sucede también con los proyectos de generación ERNC. Necesitamos agilizar los plazos y aclarar los requisitos para tener una permisología más concreta”, indica la experta.

Bernardita Espinoza señala que el Estado puede cumplir un rol fundamental para solucionar esta temática. Señala que el ecosistema en su conjunto no ha sido capaz de generar una legislación que permita que aquellas comunidades que son impactadas, afectadas y atravesadas por los proyectos, reciban beneficios concretos, como por ejemplo fomentos o exenciones de precios y tarifas.

Finalmente, sobre las soluciones, la CEO de Eletrans indica que hay que efectuar políticas de fomento, como lo hacen en muchos países. Indica que hay zonas ejemplares para poder invertir en generación (solar, eólica, etc.), pero la población de esas regiones debe tener algún beneficio estatal por vivir en zonas de mayor desarrollo. “Por ejemplo, es bien difícil explicarle a un extranjero que la ciudad de Calama no sea como Dubái o Dallas. Es la región que entrega la mayor riqueza a este país y tiene calles sin pavimentar. Ese tipo de cosas resienten a las comunidades”, sentencia.