Javier Irarrázaval: “No puedes buscar tú felicidad, si no tienes claro tú propósito en la vida”
“Trabajé 27 años para un ratón”, así, con soltura, Javier Irarrázaval analiza su paso por The Walt Disney Company, donde fue colaborador de la compañía para Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, y Centroamérica y el Caribe. Además, fue parte fundamental en la implementación de sus estructuras de negocio. Hoy, habla de la ciencia de la felicidad y del compromiso de los trabajadores con sus propios propósitos en busca de aquello.
Para contextualizar la temática: Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, que es uno de los fundadores de la psicología positiva, propone, en su obra La Auténtica Felicidad, un cambio de enfoque hacia la promoción del bienestar humano y entender la felicidad desde una base más científica. También, argumenta que la felicidad va más allá de la ausencia del sufrimiento, donde identifica tres componentes: las emociones positivas, el compromiso y el significado.
Por ejemplo, yendo al plano local, según el Happiness Report de 2023, el 79% de los chilenos se declara una persona muy feliz, por encima del promedio mundial de un 73%, ubicándose en el cuarto país de América Latina, tras Brasil, México y Colombia. Javier Irarrázaval, dada su larga experiencia, sabe mucho de felicidad y la ha promovido desde el mundo corporativo y social.
El experto estudio Administración de Empresas en Argentina, pasó por Disney Company, fue director de Make-A-Wish, presidente de Red Forum, director de World Editors Chile y actualmente es director de Coaniquem. Es decir, una amplia trayectoria. “Soy un tipo feliz y con suerte. Por un lado, tuve la educación formal, que agradezco mucho, pero también tuve la educación de la calle y, cuando uno habla de experiencia y de estilos de liderazgo, allí es donde se aprende lo bueno y lo malo”, declara a el Club de la Felicidad.
Cultivar relaciones sociales
Javier Irarrázaval indica que una persona debe se indivisible, por eso considero un error cuando hay gente que dice que profesionalmente son una persona, y en el ámbito familiar o personal son otras. “Las educación y el aprendizaje que uno tuvo en la casa y todas las interacciones con los amigos, uno debe trasladarlas al trabajo. Si uno es íntegro y con valores en lo privado, probablemente va a ser íntegro y con valores en lo público. En mi experiencia, lo que aprendí de mis padres lo arrastré al mundo profesional y de emprendedor”, indica.
Y dentro de esos ejemplos y valores paternos, el experto dice que el más importante es no mentir nunca. Señala que al mentiroso siempre se le pilla y es espantosamente estresante vivir alrededor de un mundo construido en base a mentiras. “Cuando uno dice la verdad, en todo aspecto, se convierte en un hándicap. No voy a estar perdiendo horas para no contradecirme, porque si yo te dije la verdad una vez, te la voy a decir siempre. Eso ayuda mucho en el desarrollo como profesional y líder”, indica.
Javier Irarrázaval define como atómica su experiencia en Disney. Dice que casi el 100% de las personas que saben que trabajó en dicha compañía, esbozan una genuina sonrisa. La población, en general, tiene una imagen sumamente positiva de la marca. “Disney lo hacía muy bien y yo lo pasé super bien con el mundo de la felicidad. Pero estando allí viví la partida temprana de un hermano y empecé una búsqueda de propósitos. Ahora tengo un puerto de destino al que quiero llegar y no hay excusa para ir hacia la derecha o la izquierda. Empecé a tomar mejores decisiones personales y laborales”, comenta.
Sobre esa búsqueda de propósitos, Javier Irarrázaval profundiza. Parafraseando a Aristóteles, el experto dice que “no puedes trabajar ni buscar tú felicidad, si no tienes claro tú propósito en la vida”, afirma. A través de una crisis, empezó a descubrir a felicidad y por eso aconseja. “Si te enfocas en tus relaciones y eres honesto, generoso, caritativo, etc., encontrarás un estado de felicidad personal. Uno no puede ser feliz si no cuidas o cultivas el desarrollo de las relaciones sociales”, sentencia.