Desert King cuenta con sedes en Estados Unidos, Chile y México, y está dedicada a buscar soluciones científicas a partir de componentes naturales provenientes del Quillay (zona central del país), la Yucca y la Jojoba, producidas de manera responsable con el medioambiente. Juan Andrés González, gerente general de la compañía, compartió los avances en diversas industrias globales.

Con más de 40 años de experiencia, la firma elabora productos de alto valor y entrega requerimientos en salud, alimentación, medio ambiente, minería, biotecnología y agricultura, entre más industrias. Por ejemplo, junto al Vaccine Formulation Institute (VFI), trabajan en un nuevo adyuvante para vacunas y así estimular su inmunogenicidad. Con ello, buscan que la inmunización sea más accesible y efectiva, especialmente para países con menos recursos.

Hoy, la empresa cuenta con cuatro plantas en Chile y además han llegado a vender cerca de 100 millones de dólares al año, con rentabilidades en torno al 70%. Fueron una empresa muy importante en la época del Covid, siendo el único proveedor de un adyuvante para vacunas centrales. “Hoy, estamos entregando adyuvante para la malaria, que es la mejor vacuna del mundo, y que salva a 600 mil niños anualmente, en el cinturón tropical de África”, comentó el experto a Rockstars.

Juan Andrés González reconoció que nuestro país tiene un gran potencial en recursos naturales y que de la mano de la biotecnología se obtiene un gran valor agregado. “De los atributos del Quillay no conocía mucho. Pero en esta empresa iniciamos un peregrinar para que en Chile se conozca la maravilla del bosque esclerófilo y del Quillay, por supuesto, que ha desarrollado saponinas, que es una molécula (con propiedades espumantes y detergentes) que lo defiende de patógenos, oxidación, etc.”, señaló.

Quillay: Ciencia desde Chile

El ingeniero comercial, y gerente general de Desert King Chile, comentó que las saponinas se han transformado en un elemento que le aumenta la respuesta inmune al Quillay y que lo mantienen vivo y sano. Pero todo tiene un límite, alertó. “El bosque esclerófilo convive con la sociedad y con los animales que viven allí, los que han comenzado a comerse los plantines de estos árboles. Por lo mismo, el ciclo de reproducción del bosque ha sido interrumpido por este efecto”, explicó.

Paralelamente a esa realidad, Juan Andrés González y su empresa descubrieron que, al extraer el líquido espumoso, selectivamente y con responsabilidad ambiental, lo han convertido en una fuente de productos naturales tremendamente relevantes para la industria biotecnológica. “GlaxoSmithKline es uno de nuestros principales clientes. Con ellos, tenemos, al menos, dos vacunas: una contra la malaria y otra contra el herpes zóster”, indicó.

Otro cliente fundamental, agregó, es Novavax, con la vacuna contra el Covid-19. “Además, Novavax, con nuestra materia prima, hacen el adyuvante Matrix-M, que forma parte del programa de la malaria, a través de Serum Institute of India”, añadió.

Por otra parte, en Desert King Chile están trabajando además sobre los efectos del Quillay en las dendritas, que es la alerta temprana del sistema inmunológico de todos los seres vivos. Esa tecnología la comenzaron a aplicar en cerdos, pollos y salmones, generando una disminución de antibióticos de hasta un 70%. “Este producto, que nosotros inventamos y desarrollamos, lo vendemos en todo el mundo. También, estamos trabajando con la mina Radomino Tomic, de Codelco, para bajar la neblina ácida del proceso de electrowinning”, puntualizó González.