
Di Giuseppe habló del plan digital para mostrar estado actual de la Basílica de los Sacramentinos
Todos los años, a fines de mayo, se celebra en Chile el Día del Patrimonio. Muchos edificios emblemáticos abren sus puertas para que las familias puedan conocer su historia y su arquitectura. Pero hay un monumento que está a punto de derrumbarse: la Basílica de los Sacramentinos. Por lo mismo, el académico Giulio Di Giuseppe tiene un plan para rescatar esta icónica iglesia santiaguina.
Junto a profesionales de la Universidad San Sebastián y la Universidad Diego Portales, más el aporte de la empresa HAI Labs, comenzaron un proyecto que usa la tecnología para llamar la atención sobre el estado del templo. “Con el boom de la IA, nos empezamos a preguntar cómo poder integrarla con la arquitectura. Y creo que, para sensibilizar a esta tecnología, es indispensable poder conectarnos con nuestra historia y memoria”, comentó Di Giuseppe a Ciudad Futuro.
Y uno de esos “rescates” tiene que ver con mostrar el estado actual de la Basílica de los Sacramentinos. Este templo fue la primera construcción de hormigón armado en Chile, un material que recién estaba apareciendo en Europa. La obra fue encargada al arquitecto Ricardo Larraín Bravo y su construcción, que debía tener una cripta subterránea y un templo al estilo bizantino, comenzó en 1912 y se terminó en 1934.
Hoy, la iglesia, que está ubicada en calle San Diego con avenida Santa Isabel (comuna de Santiago), muestra claros signos de abandono y serios riesgos de derrumbe. “Queremos ir al rescate de estos lugares, que no tienen el tiempo ni el dinero para ayudarse a sí mismos. Con esta tecnología, queremos generar conciencia, pero también buscamos que la gente las conozca y reconozca”, indicó el académico.
Di Giuseppe y el ejemplo de otras iglesias
Giulio Di Giuseppe comentó que la iglesia debe abrirse a la experimentación y a la innovación, ya que necesita resolver su problema. Y para ello, debe llamar la atención. “Debe aparecer en los medios, contar su historia y generar un vínculo emocional con la gente, sobre todo con las nuevas generaciones. Creemos que esta tecnología, a través de la gamificación, puede ser muy importante para que nuevas audiencias empiecen a aproximarse a estas instituciones”, señaló.
El académico de la USS comentó el ejemplo de la restauración de la Casa Colorada, ubicada en calle Merced, que tomó años en ser remodelada. “Por ejemplo, una casa toma un año en ser arreglada, un edificio puede tardar tres años, en cambio, un patrimonio tiene que pasar por una fase de análisis y de diagnóstico, y después tomar las decisiones en base a valores culturales y patrimoniales. Por lo tanto, el proceso es bastante largo”, indicó.
Desde el año 2023, Giulio Di Giuseppe, en la USS, está pensando la arquitectura y el patrimonio de una manera distinta. Por ello, han estado estudiando la historiografía de los monumentos e incluso comenzaron a estudiar conceptos del renacimiento para poder ilustrar, con tecnología, a los actuales edificios patrimoniales. “Por ejemplo, junto a Delight Lab, hicimos un espectáculo audiovisual en la cripta de la Basílica, que atrajo a mucha gente, y permitió conocer este espacio para vivir de su arquitectura”, recordó.
Por último, el académico contó de otros proyectos similares. Dada la necesidad de vincular estos extremos -la tecnología y la innovación- con la historia y así poder sensibilizar, Di Giuseppe comentó restauraciones de arquitectura religiosa rural, como lo sucedido con la iglesia de Guacarhue (comuna de Quinta de Tilcoco) y también con la iglesia de La Torina (Pichidegua), la cual no ha podido ser refaccionada aún, ya que ha costado levantar los fondos.