Carlos Hernández: “Hay que valorar la investigación en IA, tal como se hace internacionalmente”
La relación entre humanos e inteligencia artificial es un punto que está en permanente discusión, debido a que se piensa -erróneamente- que las “máquinas” reemplazarán a las personas, principalmente en el ámbito laboral. Carlos Hernández, académico de la Facultad de Ingeniería de la U. San Sebastian y experto en informática, comentó cómo se debe buscar un equilibrio en esta dependencia.
Con estudios en el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial de la U. Autónoma de Barcelona y en el Decision intelligence de la Universidad del Sur (California), el investigador colabora además con el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), entidad local que desarrolla soluciones de IA de manera sustentable y ética. Su rol es acercar la tecnología a las comunidades, a través de agentes públicos y privados.
También, Carlos Hernández fue presidente de la Sociedad Chilena de Computación, por tres periodos, por lo tanto, tiene una claridad única de cómo se está trabaja en IA en Chile. “Necesitamos que se valore la investigación en inteligencia artificial, tal como se hace internacionalmente. En los proyectos Fondecyt, por ejemplo, la IA está invisibilizada en Ingeniería en Computación y eso no da paso para que los investigadores chilenos estemos en las grandes ligas”, comentó a Rockstars.
Para contextualizar, el investigador indicó que, por ejemplo, China destina millones para el trabajo en IA. Si bien, a nivel Latinoamericano, Chile está en una buena posición; en comparación con los países del hemisferio norte, el nivel es bajísimo. “Entiendo que el ministerio de Ciencia está impulsando la regulación en IA, pero también se debería promover que la investigación científica de alto impacto o calidad”, añadió.
Trabajo humano-robot
En 1973, el psicólogo Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía en 2002) estudió por primera vez la “heurística de disponibilidad”, que es un atajo mental que se basa en ejemplos inmediatos que vienen a la mente de una persona al evaluar un tema, concepto, método o decisión específicos. Hoy en día, ese fenómeno, se traspasa a la información que se le da al robot para que realicen una determinada tarea.
“Podríamos asociarlo con el aprendizaje, ya que estos sistemas pueden comprender a través de ejemplos, pero también de la interacción con el mundo, para almacenar la información en una red neuronal (sistema 1). Por otra parte, Kahneman lo dice: a los humanos no les gusta mucho estar en el sistema 2, que significa pensar, calcular o deliberar. Entonces, la planificación automática de la IA es buscar un conjunto de acciones que permitan satisfacer las condiciones del objetivo”. Carlos Hernández, académico de la USS.
Bajo ese mismo concepto, el experto publicó en el año 2020 un artículo sobre la búsqueda de objetivos, es decir, un algoritmo para optimizar dos objetivos: que se aumente el tamaño de los problemas que se pueden resolver y la velocidad de esa solución. “Lo que se va haciendo en ese tipo de problemas, y en general en ciencia de la computación, es ir paso a paso. Y ahora resolvemos tu problema de tamaño 100 en solo 2 segundos, mientras que el algoritmo anterior lo hacía en 20 segundos”, ejemplificó.
Finalmente, Carlos Hernández trabaja, actualmente, en un proyecto colaborativo entre humano y robot, para el montaje de elementos constructivos en una fábrica de viviendas. “Es para una empresa que construye casas, con paneles, donde se le da la orden a un robot para que ejecute acciones como, por ejemplo, poner 300 tornillos. En Corea, hay empresas que hacen este tipo de casas en dos días, todo automatizado. Por lo mismo, hay que encontrar un punto de equilibrio entre la automatización y el trabajo de las personas”, sentenció.

