Héctor Madrid habla de cómo los jóvenes privilegian lo físico y mental en las organizaciones
Diversos estudios se han referido a las emociones en los puestos de trabajo, donde hoy los jóvenes que ingresan a la organizaciones priorizan otro tipo de necesidades como, por ejemplo, los valores. Por ejemplo, algunos reportes señalan que sólo el 4% de los empleados espera ser ascendido y solamente el 34% de los jóvenes quiere tener el trabajo de sus jefes.
Hoy en día estos nuevos trabajadores buscan privilegiar cosas como pasar más tiempo con su familia y amigos; y estar física y mentalmente saludables. Héctor Madrid, profesor asociado de Comportamiento Organizacional de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, se refiere a esta tendencia.
“Le dedicamos mucho tiempo al trabajo, entonces lo que pase allí tiene mucha influencia en nuestras vidas. Por lo mismo, es interesante cómo se han ido ponderando las expectativas y los objetivos con las nuevas generaciones, respecto de lo que significa el trabajo. Claro que hay una gama de necesidades materiales por ganar un sueldo y por tener ciertos beneficios; también hay post materiales como la calidad de vida y tener un mayor balance”.
Héctor Madrid, docente de la UAI.
Señala que antes, quizás, nuestros padres o abuelos también quisieron privilegiar las mismas cosas, pero el contexto histórico era muy distinto. Hoy, agrega, hay un profundo cambio en la transformación cultural de occidente y que eso puede estar correlacionado con la riqueza de las naciones, desde el punto de vista sociológico y económico.
Héctor Madrid habla del rol de las emociones en las organizaciones, donde estas sensaciones son sistemas de información claros. “Por ejemplo, si soy temeroso o ansioso, significa que necesariamente hay un peligro de interés en mi entorno. Temas como sobrecarga de trabajo fuera de control, es decir, presiones que en realidad son inmanejables. O también, hacer un trabajo desafiante o tomar ciertas responsabilidades, debes tener buenas relaciones interpersonales. Se mezclan el entusiasmo con la decepción”, explica al Club de la Felicidad.
Los seres humanos y los jóvenes buscan placer
El docente de la UAI señala que en la realidad de hoy se pueden hacer algunas reflexiones, donde señala que en la psicología contemporánea se indica que los seres humanos tienen un principio hedónico, es decir, en el fondo son buscadores de situaciones placenteras. “Por lo mismo, eso los moviliza a buscar recompensas permanentemente de distinta índole, desde lo que comemos o los lugares que visitamos”, indica.
Y esa búsqueda, agrega, también se da en los trabajos donde estamos. Aunque estas experiencias inmediatas también son impactos de corto plazo. “Por ejemplo, a veces estoy entusiasmado por comprarme un iPhone, pero al poco tiempo de tenerlo ya pasó ese placer y, quizás, vienen los cuestionamientos. Nuestra cultura está muy focalizada en la inmediatez”, señala el experto.
Finalmente, sobre las emociones que predominan en los trabajos hoy en día, Héctor Madrid comenta que en las organizaciones son un poco desconocidas las experiencias de adversidad. “Hoy día hay un mundo de personas que tienen una visión extremadamente pesimista del trabajo y las organizaciones. Pero en las grandes empresas corporativas, las personas reportan un predominio de experiencias satisfactorias. Entonces, hay dos familias de emociones que predominan y que son sumamente esperables”, destaca.