María Inés Barría explicó su trabajo para encontrar soluciones a la infección por hantavirus

La infección por hantavirus es transmitida -viralmente- a los seres humanos por roedores (ratón de cola larga). El virus puede llegar a ocasionar infecciones graves en los pulmones o los riñones. María Inés Barría, académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, explicó su investigación para encontrar una solución a este complicada contagio.

Cabe indicar que la infección por hantavirus, cuya mayor expresión de gravedad es el Síndrome Cardiopulmonar (SCPH), es una zoonosis endémica (de animal a humano) en Chile (y parte de Argentina), causada por el virus Andes (ANDV), miembro del género Orthohantavirus y la familia Hantaviridae.

La académica comentó que esta enfermedad está presente en la zona Patagónica, tanto de Chile como de Argentina. “Hay ciertos roedores (ratones colilargas) que pueden estar infectados con el virus. Entonces, las excretas y las heces pueden contenerlo y cuando las personas van a acampar o a hacer trekking, pueden respirarlas. De esa forma, el virus ingresa por esa vía y comienza su proceso de infección”, comentó a Rockstars.

Además, María Inés Barría añadió que, si bien hay hantavirus en otras partes del mundo, el virus Andes tiene la particularidad de transmitirse de persona a persona, lo cual lo hace más peligroso aún. “Por lo mismo, es súper importante conocer las medidas de precaución adecuadas. Nosotros estamos tratando de investigar más, pero se necesitan recursos para poder ir secuenciando los virus y ver qué ocurre cuando una persona se infecta”, agregó.

Estudios preliminares de hantavirus

La académica alertó que el hantavirus tiene la característica de que una vez que ingresa al individuo, y empieza a infectar a la persona, tiene un periodo de incubación bastante extenso. En algunos casos, ese lapso puede ser de más de un mes. “Por ello es clave, para un inmunólogo o virólogo, tener muestras y poder estudiar en ese momento a la persona ya que, por el tiempo prolongado, el virus ya generó un efecto muy grave en el infectado”, indicó Barría.

La experta de la USS señaló que en su laboratorio están trabajando en varias líneas de investigación, siendo una de ellas el estudio de anticuerpos. Es decir, cómo el sistema inmune adaptativo genera moléculas específicas y cómo estos anticuerpos ayudan a controlar dicha infección. “Hace muchos años, los investigadores se dieron cuenta que había personas que desarrollaban una enfermedad más leve, en esta fase aguda, ya que presentaban anticuerpos neutralizantes”, explicó.

Por lo mismo, ahí partió la idea de que los anticuerpos podían ser súper importantes para controlar esta infección. María Inés Barría comenzó a trabajar con el hantavirus dado la relevancia de la enfermedad y, al tener pocas personas contagiadas, no llama mucho la atención y, por ende, no hay vacunas o tratamiento específicos.

Lo primero que hizo fue reclutar a personas que hayan sobrevivido a la enfermedad, en las regiones de Valdivia y Puerto Montt, principalmente. “Por ejemplo, sacamos una muestra de un paciente que se había infectado hace 13 años y todavía tenía anticuerpos. Y eso nos llamó mucho la atención y quisimos dilucidar qué está pasando con esos linfocitos que siguen produciendo anticuerpos”, señaló.

Tras haber realizado pruebas positivas en algunos animales, al académica María Inés Barría está trabajando con una empresa norteamericana para solicitar a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) un estatus de droga huérfana para el tratamiento del hantavirus. Prontamente, postularán a un proyecto de ensayo clínico y ver la posibilidad de producir una dosis piloto de anticuerpos. “Sería un hito para nosotros y también para el país”, anheló.