Re-Ciclar: La planta de Coca-Cola que recicla más de 350 millones de envases PET cada año
Un gran ejemplo de economía circular y de sustentabilidad es la operación de la planta Re-ciclar, operada por Coca‑Cola Andina y Coca‑Cola Embonor en la comuna de Lampa. Con una inversión de cerca de $35 millones de dólares, el recinto cuenta con la capacidad de reciclar -y dar nueva vida- a más de 350 millones de botellas al año.
Paola Calorio, directora de Asuntos Públicos de Coca-Cola, comentó detalles del enorme galpón, que, por estos días, cumple ya un año de funcionamiento. “Esto es un trabajo muy colaborativo, entre gestores y recicladores de base, junto a diversos municipios que impulsan el reciclaje. Con una tecnología avanzada, logramos tener una cadena virtuosa para darle una nueva oportunidad a cada botella”, señaló la ejecutiva a Café Plus.
La operación es pionera en el uso de tecnologías sustentables y combina equipos, de última generación, importados de Italia, Japón y Austria. La planta se alimenta de energía solar mediante paneles fotovoltaicos, mientras que el agua utilizada en el proceso productivo es tratada en un 80%. En tanto, las grúas, que cuentan con baterías de litio, son 100% eléctricas y contribuyen a la reducción de la huella de carbono.
Re-Ciclar nace con la intención de ser un aliado del reciclaje en Chile y se consolida como una de las instalaciones más relevantes que existen para el reciclaje de botellas PET en nuestro país. “En esta red colaborativa, donde trabajamos con más de 40 gestores y emprendedores, alcanzamos cerca del 80% de la cobertura a nivel nacional”, señaló Paola Calorio.
Proceso de alto nivel
Hoy día, en Chile, la Asociación Nacional de Recicladores de Base cuenta con más de 40.000 recicladores, donde el 70% corresponden a mujeres, y que tienen el propósito de limpiar el planeta y generar así un gran motor económico y virtuoso. Por otra parte, el 60% de los trabajadores de Re-Ciclar corresponden a vecinos de la comuna de Lampa.
El paso uno es la recolección de los envases usados, donde las propias embotelladoras se harán cargo de ese proceso, junto a la valorización a través de un SIG (Ley REP). Tras eso, en la propia planta, se hace el desarme, donde se les quitan las etiquetas y tapas. Luego, pasan a un control de calidad, de molienda y lavado, donde una máquina las pica, en forma de escamas, para su purificación.
Luego, comentó Paola Calorio, mediante un proceso tecnológico bastante técnico, otra máquina convierte los residuos en pellets, los que finalmente con la base para la confección de nuevas botellas. La planta Re-Ciclar tiene una capacidad de producción de resina de 13.000 toneladas al año, evitando así que cerca de 400 millones de botellas, que se consumen en Chile, terminen en un relleno sanitario.

