Dr. Jonathan Barichivich: “La explotación turística es la nueva amenaza para los alerces”

En un nuevo episodio de Nuestro Planeta, su conductor Marcelo Lagos tuvo la oportunidad de compartir junto al doctor Jonathan Barichivich, quien es Máster en Cambio Climático y Doctor en Ciencias Ambientales de la Unidad de Investigación Climática (CRU) de la Universidad de East Anglia del Reino Unido, quien junto al Doctor Antonio Lara, lideró la investigación que pudo determinar la edad de un alerce milenario en el sur de Chile, y el que sería el árbol más antiguo del mundo.

Una de las noticias que ha marcado el ámbito de la ciencia este año y que tiene como protagonista a nuestro país, es el descubrimiento del que probablemente sea el árbol más antiguo que existe en el mundo. Se trata de un Alerce Milenario, ubicado en el Parque Nacional Alerce Costero y cuya investigación estuvo liderada por los doctores Antonio Lara y Jonathan Barichivich.

Este último recalcó la importancia de esta especie de árboles y los riesgos que enfrenta en la actualidad. “Son árboles majestuosos, y muy importantes para nosotros como cultura, tiene una madera muy noble lo que lo convierte en un producto con magia, desde la corteza creas una tabla y ya tienes tu casa”.

Lamentablemente, el hecho de que el alerce sea un árbol tan noble ha sido una de las principales razones para su sobreexplotación y el hecho de que queden tan pocos ejemplares. “Hoy día queda menos de la mitad, aproximadamente un 40% de lo que había. Estos árboles grandes desaparecieron porque fueron los primeros que se cortaron”, explica Barichivich.

Pero la explotación maderera no es la única amenaza para los alerces, ya que durante el último tiempo otra industria ha afectado a los ejemplares que existen. “Pasamos de la explotación maderera a la explotación turística. Todos los lugares con alerces, con naturaleza, lagos, tienen una tremenda presión; están los especuladores inmobiliarios que se apoderan de terrenos, por lo que hoy la explotación turística es la nueva amenaza para los alerces”.

Fue en medio de esta nueva realidad en la que se desarrollan los alerces, que los doctores Antonio Lara y Jonathan Barichivich decidieron realizar una serie de estudios sobre los árboles, especialmente el compartimiento de los alerces con el clima. Es así como alejado del resto de árboles de su tipo, encontraron este Alerce Milenario que captó su atención, y decidieron investigar para descubrir su edad. “Vimos este árbol, que era el más grande e importante de todo el mundo, nadie lo veía y se sabía muy poco. Nos preocupaba la respuesta del árbol al cambio climático, por lo que estimamos su edad y descubrimos que era más antiguo de lo que pensábamos”.

El árbol es el único alerce que está en una quebrada, alejado de todos los caminos, razón por la que los madereros nunca pasaron por ahí, y además se mantuvo resguardado de incendios. “Es una quebrada fría que le permite crecer más lento, este árbol ha estado por milenios. Hay un bosque matorral, de repente vas caminando y te encuentras con algo muy grande como la pata de un elefante”, describe el Dr. Jonathan Barichivich a este Alerce Milenario.

Para estimar su edad debieron escalar el alerce, y sacar una muestra que equivale a casi dos tercios de un lápiz, “sacar esta muestra es como una vacuna para los humanos, no le hace daño al árbol”. Esta muestra les permitió tener una perspectiva del árbol, y con la cual solamente pudieron estimar unos 2400 años, pero que solamente correspondía al 40% de su radio, por lo que faltaba calcular el 60% restante que daría su edad definitiva.

Para esto hicieron un modelo estadístico, lo cual arrojó aproximadamente 5000 años. “Fue en la noche cuando logré construir el diagrama (de medición) y es de esos momentos en los que el universo te habla. Cuando lo ves ahí, nadie más en el mundo lo sabe, es como que el universo te habla a ti. Ahí veo que el 80% de toda esa curva de probabilidad está por sobre los 5000 años”, comenta el Dr. Barichivich sobre el momento en que descubrió la edad estimada del Alerce Milenario.

Este descubrimiento tiene un especial significado para el Dr. Jonathan Barichivich, ya que creció entre los alerces y durante tres generaciones su familia se ha encargado de cuidar y conservar esta especie de árboles. Razón por la que también recalca la importancia de cuidar nuestro ecosistema y devolver a la tierra todo aquello que le hemos quitado.