En el programa Efecto Metanoia, Daniela Elster, conversó con Catalina Vattuone y Rodrigo García de ImplementaSur empresa consultora en materias medioambientales. En esta ocasión, la entrevista giró en torno a la relación que existe entre los riesgos climáticos y el mundo corporativo.

Catalina Vattuone explicó que, al referirnos a riesgos climáticos, tenemos que separarlos en dos grandes categorías; los riesgos físicos y aquellos llamados de transición. “Ambos pueden perjudicar el valor económico de los activos, de los portafolios de proyectos de inversión y la valorización de las compañías en general”, advirtió.

“En particular cuando hablamos de riesgos físicos nos estamos refiriendo a aquellos que podrían generar un impacto en la continuidad operacional, debido a los daños que ocasionan distintas amenazas climáticas”, detalló la experta acerca del primer tipo de riesgos.

Acerca de los que se conocen como de transición, Vattuone, aclaró que son aquellos que derivan hacia una economía baja o neutra en carbono. “Surgen como consecuencia de las acciones que como sociedad tomamos para descarbonizarnos o adaptarnos al cambio climático”, relató la especialista.   

Por su parte, Rodrigo García, director ejecutivo de ImplementaSur, sostuvo que el Foro Económico Mundial, viene desde hace varios años, estableciendo a todos los riesgos derivados del cambio climático a aquellos de mayor nivel de impacto y alta probabilidad de ocurrencia. “Esto obliga a las compañías a hacerse responsables e informar con transparecía cuales son los riesgos materiales para el negocio que están asociados al cambio climático”, subrayó

Catalina Vattuone es ingeniera civil diplomada en ingeniería ambiental de la UC. Su experiencia está relacionada con el cambio climático, gestión del agua y políticas públicas. Entre sus conocimientos, destaca la gobernanza del cambio climático en Chile y la aplicación marco de la ley entorno a esta materia.

Rodrigo García junto con ser fundador de ImplementaSur, cuenta con más 20 años de experiencia en el impulso de la transición a una economía baja en carbono y resiliente, en conjunto con el sector público y privado. Ha desarrollado marcos metodológicos para acceder a financiamiento climático, incluyendo la asignación de incentivos financieros para fomentar una cartera incipiente de más de 150 proyectos.