María José Domínguez: “Cada metro cuadrado de humedal protegido y conservado vale”
La Convención de Ramsar es un tratado para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. Según la organización, estos son indispensables por los “servicios ecosistémicos” que brindan a la humanidad, que van desde suministro de agua dulce, alimentos, materiales de construcción, biodiversidad, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático. María José Domínguez, directora ejecutiva de Fundación Kennedy, explica cómo se está trabajando con los humedales en nuestro país.
Esta Convención se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975. Desde entonces, casi el 90% de los Estados miembros de las Naciones Unidas de todas las regiones geográficas del planeta, se han adherido al tratado, pasando a ser “Partes Contratantes”.
En conversación con Daniela Elster y Rosario González, del programa Efecto Metanoia, de TXS Plus, la arquitecta de la Universidad Católica de Valparaíso, explica la definición de humedal, el trabajo de la fundación y los proyectos que se están desarrollando en Chile para su protección y conservación.
“Si bien todo el mundo cree que los humedales son el pantano o alguna zona inundable, la definición de la Convención de Ramsar señala que son todo cuerpo de agua continental. Y estos pueden ser permanentes o intermitentes, artificiales o naturales, salobres o de agua dulce, o corrientes o estancos”, explica Domínguez.
Por lo tanto, esa aclaración incluye a lagos, lagunas, ríos, esteros, vertientes, borde costero, zona intermareal, playas, aguadas y salares, que tengan hasta seis metros de profundidad. Por lo tanto, los humedales tienen una definición que incorpora todos los ecosistemas mencionados, que son de transición acuática terrestre.
Situación actual
La Fundación Kennedy nació el 2004, con la misión de promover la protección y conservación de los humedales a lo largo de Chile. Para ello, realiza diferentes tipos de actividades asociadas a proyectos de conservación, educación, investigación, gestión territorial y administración pública, desarrollando al mismo tiempo, conciencia sobre la necesidad de proteger el patrimonio ambiental evitando su pérdida y degradación.
María José Domínguez es su directora ejecutiva desde el año 2020 y habla que la actual situación de los humedales en Chile es complicada. “Si bien no hay un número determinado de humedales, algunos estudios hablan de 20 o 40 mil, de hecho, hay regiones que aún no han sido exploradas. Pero 1500 humedales están dentro de las ciudades, por lo tanto, conviven con nuestras propias actividades, generando, en algunos casos, externalidades negativas”, explica.
Domínguez comenta en el año 2020 salió la Ley de Humedales Urbanos, y que ya se han declarado cerca de 100 humedales, pero aún falta mucho trabajo. “En términos generales, los números en Chile dicen que, sobre las hectáreas de humedal catastrados, tenemos protegidos sólo un 3%. Un número demasiado bajo. Por lo tanto, cada metro cuadrado de humedal protegido y conservado vale”, advierte.
La experta en humedales señala que es en el sur de nuestro país donde se encuentra la mayor cantidad de estos terrenos acuáticos, sobre todo en las regiones de Aysén y Magallanes. Pero también los hay en las zonas desérticas de la región de Antofagasta. “Allá trabajamos en humedales que tienen dos hectáreas. Pueden ser muy pequeños, pero en ese contexto, se convierten en un oasis de vida”, explica.
Proyectos y desafíos
María José Domínguez señala que hay cifras que indican que los humedales son el hábitat del 40% de las especies de plantas y animales que hay en el planeta. Indica que en países de Asia y Europa hay modelos de gestión más avanzados que acá. Además, se han declarado humedales protegidos a nivel internacional. De hecho, Chile cuenta con 16 de este tipo.
La experta indica que los grandes humedales de nuestro país se encuentran en las desembocaduras de los ríos. Allí se concentra la mayor biodiversidad, que tiene un rol clave en las rutas migratorias de las especies. “Pero también aportan al tema del cambio climático. De hecho, los humedales y los bofedales pueden capturar 40 veces más GEI que los bosques”, sostiene.
Finalmente, Domínguez comenta que en la Fundación Kennedy están trabajando en tres ejes puntuales: protección legal, investigación y ciencia, y trabajo con las comunidades. Además, cuenta que en septiembre lanzarán el concurso de fotografía “Descubriendo los humedales de Chile”; que están trabajando en un proyecto pionero en La Chimba (Antofagasta); y que están asesorando a grandes inmobiliarias, para que su negocio sea compatible con la preservación de los humedales.