Jessica Bonicelli cuenta del trabajo en la digitalización de muestras de zooplancton
El zooplancton (o plancton animal) es el organismo que flota dentro de los 200 primeros metros de profundidad en muchos ecosistemas acuáticos del planeta. Estos animales suelen ser de tamaño microscópico y se alimentan de productores primarios, como el fitoplancton; pero también son el alimento de muchos peces del océano. Jessica Bonicelli, doctora del Departamento de Oceanografía y Medio Ambiente del IFOP, detalla un avance tecnológico para su mejor muestreo.
Desde la década del setenta, este Departamento del Instituto de Fomento Pesquero Chileno ha acumulado más de 30 mil frascos con muestras zooplanctónicas del océano, en toda la zona económica exclusiva de nuestro país, son la idea de ir buscando la distribución y abundancia de larvas y huevos de estos organismos que sostienen las pesquerías nacionales. El proyecto de digitalización busca identificar y analizar en forma más rápida a estos animales marinos.
“El problema que cuando uno trabaja con zooplancton, es que dedica mucho tiempo en el análisis, ya que se debe trabajar bajo la lupa del microscopio para analizar e identificar a estos organismos, y eso demora semanas. Por lo mismo, se empezaron a generar estas tecnologías de digitalización y se ha avanzado muchísimo, ya que ahora se pueden obtener resultados rápidos”.
Jessica Bonicelli, experta del IFOP.
Sobre cómo se genera esta digitalización, con ayuda de la inteligencia artificial, la doctora del IFOP sostiene: “La idea es generar imágenes satelizadas de las muestras para poder cuantificar organismos, principalmente de copépodos, que es un grupo importante dentro de los zooplancton. La idea es cuantificarlos o saber la talla de cada uno de ellos. Con la tecnología, en pocos minutos ya tendrías esa información”, agrega a Tech and the City.
Avances tecnológicos
Jessica Bonicelli cuenta que se organizan cruceros oceanográficos para recolectar los zooplancton y esto se hace a través de mallas muy finas. “Ocupamos redes especializadas con mallas de 300 micras, las cuales pueden recolectar estos organismos pequeños. Pero, por ejemplo, hoy en día hay redes automatizadas que pueden colectar en diferentes estratos de la columna de agua”, explica la doctora.
La experta añade que después, en el laboratorio, se analizan las muestras y con la ayuda de la digitalización se aceleran los procesos. Según cuenta la doctora antiguamente este análisis se hacía con un estereoscopio, donde uno tenía que identificar cuántos individuos había por cada grupo taxonómico. Ahora, con los actuales equipos se pueden cuantificar, por cada taxón, de manera automática.
Dentro de las respuestas que buscan los especialistas, por ejemplo, es saber cuánto está influyendo en la comunidad de zooplancton el cambio climático, viendo la estructura de tallas en la abundancia de copépodos, que son el alimento de muchos peces. “Esta digitalización nos va a permitir responder muchas preguntas donde no tenemos conocimiento, pero además abre las puertas para que muchos estudiantes de pregrado, doctorado o magíster accedan a información importante”, destaca.
El proyecto, que está en etapa de capacitación, además beneficia a los pesqueros en su trabajo de recolección de productos. “El IFOP asesora a la Subsecretaría de Pesca para establecer cuotas, pero nosotros también levantamos información sobre las condiciones ambientales y cómo estas podrían perjudicar recursos como la anchoveta, el jurel o la sardina. Hacemos talleres con los pescadores para contarles y enseñarles estos resultados”, enfatiza.