Felipe Velásquez habla de las propiedades del niobio, mineral clave en la transición energética
El niobio es un elemento químico de aspecto plateado y resistente a la corrosión, gracias a una capa de óxido en su superficie. Además, es bastante similar al tántalo y se utiliza para aleaciones superconductoras, con estaño y titanio. También se usa en la industria nuclear, la óptica y en otros productos. Felipe Velásquez, investigador de la U. de Chile, detalló a Minería del Mañana su uso y valor.
El alumno de doctorado del Departamento de Geología de la entidad académica realizó un reciente estudio de este elemento y valoró sus uso clave para la transición energética. El niobio se encuentra principalmente en Brasil (90%) y Canadá, por lo tanto, es muy escaso y valorado. “Es considerado un elemento crítico para el tema energético”, señala Velásquez.
La investigación que desarrolló el investigador se situó dentro de su tesis de doctorado en la U. de Chile, donde ese proceso de análisis tardó alrededor de cuatro años y que tuvo como resultado tres publicaciones científicas en revistas de alto impacto global. “Es algo que nos pone muy contentos, ya que estamos haciendo divulgación científica para un elemento que es desconocido para muchos. El niobio es bastante importante para los aceros anticorrosivos y tiene aplicaciones especiales para tecnológicas termonucleares, por ejemplo”, añade.
La investigación del grupo comenzó ya que este metal es poco conocido, por lo tanto, querían conocer su origen, saber en qué lugares del mundo se encuentra y cuáles eran sus implicaciones para la industria, en términos de exploración y explotación. “Para ello, fuimos a Brasil, a la principal fuente de niobio en el mundo, y recolectamos muestras para analizar en el laboratorio”, comenta.
Explotación y valor del niobio
Como se mencionó, Brasil tiene el 90% del mercado global dl niobio, por lo que es considerado un metal crítico por dos razones. Lo primero, es porque hay una deficiencia en la cadena de suministro, debido al alto porcentaje en el gigante sudamericano. Y, por otra parte, porque tiene varias aplicaciones para las tecnologías actuales.
“El niobio es un metal que se encuentra en el pirocloro, entonces lo podemos imaginar como un mineral metálico. Tiene un color café y cuando se enriquece va teniendo una coloración un poco más grisácea. Hay una cosa muy importante respecto al niobio y es que, con pocas cantidades, se pueden añadir a toneladas de hierro y con ello mejorar las propiedades del acero, en anticorrosión, resistencia y maleabilidad”.
Felipe Velásquez, investigador de la U. de Chile.
El niobio surge principalmente en el manto terrestre, es decir, viene de las profundidades. Por lo tanto, ahí está el primer desafío. Para un geólogo o algún investigador es muy difícil acceder a esas rocas del manto. Por lo mismo, se usan métodos indirectos, geofísicos, donde, por medio de ondas sísmicas, se hacen algunas estimaciones. “También, con algunas muestras del manto hicimos análisis químicos y logramos estimaciones, y transportamos hacia la corteza por medio de magmas que son muy ricas en carbonatos”, explica el investigador.
La explotación de niobio anualmente asciende a las 80 mil toneladas y el precio aproximado llega a 40 dólares por kilo. “Su principal característica es que es un metal anticorrosivo, por lo tanto, se usa por medio de microaleaciones. Entonces, eso en términos más castellanos, con unos pocos gramos se puede añadir a la industria automotriz. El único aspecto negativo es que no se puede reciclar”, culmina Felipe Velásquez.