Según el INE, la tasa de fecundidad en Chile, que evalúa exclusivamente a mujeres en edad fértil, se situó en un promedio de 1,2 hijos por mujer en el año 2021, uno de los niveles más bajos registrados hasta la fecha. Por lo mismo, muchas mujeres han optado por congelar sus óvulos para guardarlos y utilizarlos para fecundarlos, en algunos casos, pasados los 40 años.

El doctor Pablo Hernández Rudnick, especialista en Fertilidad de la Clínica de la Mujer y Medicina Reproductiva de Viña del Mar, explicó a Café Plus las razones y además cómo se realiza técnicamente el procedimiento. Según datos, entre los años 2015 y 2021, la congelación de óvulos en Chile aumentó un 168%. “Antes no había tanta información sobre las la posibilidad de criopreservar los gametos, tanto ovocitos como espermios”, indicó el facultativo.

Pero a contar del año 2020, muchas personas comenzaron a acceder a la técnica. “Creo que el aumento explosivo, básicamente, tiene que ver con la postergación de la maternidad. Aunque la idea original se hizo para preservar gametos en caso de enfermedades complejas, como por ejemplo el cáncer de mama”, explicó Hernández.

El doctor comentó que el manejo de la criopreservación se ha mantenido bastante estable en el tiempo, pero lo que aumentó fue la postergación de la maternidad. “La mujer, actualmente, está llegando a los 40 años con su vida resuelta, esto es con o sin pareja. Y a esa edad les surge el deseo de la maternidad, pero la reserva de ovarios ya no es tan perfecta. Por lo tanto, eso ha generado la conciencia para congelar gametos (óvulos)”, añadió.

Cantidad y calidad de los óvulos

El doctor Pablo Hernández Rudnick recomendó realizarse esta intervención a una edad cercana a los 30 años. Y además, aconsejó realizarse exámenes anuales para verificar la reserva ovárica. Por ejemplo, explicó, esta reserva se puede medir a través de la hormona antimulleriana (AMH). “Para explicar, no es lo mismo cantidad de ovocitos con calidad de los ovocitos, ya que pueden haber mujeres, con 35 años, con AMH normales o una reserva adecuada”, detalló.

El especialista remarcó que, pese a hacerse anualmente el examen al AMH, la calidad de los ovocitos recién se conocerá al momento de juntarse con los espermios, es decir, con la formación de la blástula. “Al quinto día de vida, puedes congelar el embrión y transferirlo al útero. Con ese método, las tasas de embarazo son muy buenas. Se le puede hacer un estudio genético a este embrión y no le va a pasar nada malo”, aseguró.

Finalmente, Pablo Hernández señaló que el procedimiento es corto y ambulatorio. Primero, la estimulación de los ovarios se hace a través de inyecciones de una hormona y las mujeres se deben pinchar desde una menstruación en adelante. En total, son 10 a 12 días de inyecciones. Por último, cuando los folículos tienen un diámetro determinado, viene su aspiración folicular. “Bajo anestesia, se realiza, vía vaginal, el procedimiento donde se pinchan los ovarios y se obtiene este ovocito para criopreservar”, puntualizó.