Ricardo Baeza-Yates: “Somos conejillos de indias de un medicamento para la salud mental”

En agosto de 2024, Ricardo Baeza-Yates obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, en una cita que reunió al ministro de Educación, Nicolás Cataldo; la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; y la representante del ministerio de Ciencia, Virginia Garretón. “Valoramos su aporte en el área de la computación, la minería de datos, y en particular, su trabajo sobre la ética en el uso de datos”, señalaron en la ocasión.

Actualmente, es director de Investigación del Instituto de Inteligencia Artificial Experiencial de Northeastern University, en su campus de Silicon Valley; y miembro asociado del Network Science Institute, de la misma universidad. Además, en mayo parte a Europa para ser el nuevo director del Centro de Supercomputación de Barcelona.

Ricardo Baeza-Yates fue pionero en varios campos de estudio de la computación en Chile. Por ejemplo, fue una de las primeras personas en imprimir documentos en alta calidad (tesis) y uno de los primeros expertos en comunicarse a través de correo electrónico (1985). “Se hacía por módem, a través de una llamada de larga distancia, donde se transferían, durante la noche, todos los correos pendientes”, contó a Rockstars.

El académico realizó su doctorado en Ciencia de la Computación en la Universidad de Waterloo (Canadá), donde aprendió sobre geometría computacional y algoritmos competitivos. “Allá trabajé en un proyecto para buscadores, con un diccionario inglés de Oxford, que eran algoritmos para buscar datos en un archivo de 700 megabytes, que ahora nos parece pequeñísimo, pero que no cabía en un CD-ROM”, explicó.

Baeza-Yates y la ética de datos

Hace algunas semanas, Ricardo Baeza-Yates estuvo presente en un conversatorio en la ciudad de Antofagasta, donde se abordaron ejes estratégicos para el desarrollo y adopción de la IA en Chile. Una de las temáticas tocadas fue la aplicación del reconocimiento facial. “Por ejemplo, la Ley de Protección de Datos Europea señala que solamente podía ser usada por la policía y no en espacios públicos”, indicó.

Al respecto, el académico añadió que, recientemente, en la nueva regulación del uso de la inteligencia artificial europea, se determinó la prohibición de esta tecnología. De hecho, en Francia, comentó, dos liceos decidieron usarla, por temas de seguridad, pero algunos padres señalaron que discriminaba a sus hijos, especialmente a los inmigrantes. “Finalmente, un juez determinó que era ilegal”, comentó.

Baeza-Yates aseguró que la IA se ha convertido en una moda y que la mayoría de la gente no sabe cómo aplicarla. “Si no digo que algo tiene IA, no consigo financiamiento. Además, hay otros ejemplos sobre pseudociencia, donde se utiliza análisis facial para determinar si eres criminal o saber tu preferencia sexual o política. Eso es pseudociencia, eso no existe. Además, no es ético. Suponer que la cara de una persona te va a indicar su comportamiento, es completamente falso”, explicó.

Finalmente, el doctor indicó que aplicaciones como Chat GPT o DeepSeek deberían pagar por sus servicios, ya que están alimentándose de información de medios de comunicación. Además, comentó que el ser humano se está convirtiendo en muy dependiente de la tecnología. “Somos conejillos de indias de un medicamento para la salud mental. Una droga que genera dopamina y nos hace feliz, pero genera inmediatez y te hace perder habilidades. Por ejemplo, ya no sabemos encontrar un lugar sin usar GPS y quizás en el futuro ya no volvamos a escribir a mano”, alertó.