Agencia Espacial Europea lanza tres satélites con la idea de captar ondas gravitacionales

Las ondas gravitacionales son ondas en el espacio tiempo. Una de las formas más sencillas de entenderlo es imaginar el universo como un enorme estanque, tranquilo, inmenso y silencioso. Y si a ese estanque tirásemos una piedra en él se generan ondas que se expanden por todo el espacio-tiempo. Julio Gallegos, astrofísico de la Agencia Espacial Europea (ESA) comenta la misión LISA (Laser Interferometer Space Antenna)

Con una inversión de más de 400 millones de euros, el objetivo de LISA es observar ondas gravitacionales mediante un grupo de tres satélites que pese a estar muy lejos entre sí, captarán conjuntamente variaciones de longitud de onda de apenas unas décimas del tamaño de un átomo. En conversación con Pablo Quiroga, de Circuito Europa, el profesor de ESA indica que Albert Einstein siempre tuvo razón.

“Cuando Einstein presenta su teoría de la relatividad aparece la gravedad y su interacción de la materia que genera ondas, que es como si en un pozo de agua tiráramos una piedra. El mecanismo es igual, sólo que se transmite a través del espacio-tiempo. Las ondas gravitacionales resultan de choques o interacciones entre agujeros negros. Esto, Einstein lo predijo en 1915 y se descubrieron casualmente 100 años después”.

Julio Gallegos, astrofísico de ESA.

Y en base a lo anterior, el docente de la Agencia Espacial Europea señala que las anteriores eran ondas gravitacionales que provenían de la interacción de un agujero negro con una estrella de neutrones, que estaban rotando uno alrededor del otro. “En cambio, estas no tienen un origen específico. Es como si fuera un fondo que se rodea de ondas gravitacionales. Y esto se detectó con un método que se llama Pulsar Timing Array, agrega.

Origen del universo

Lo malo de esta técnica, indica Julio Gallegos, es que observar esto demora aproximadamente 50 años. Y dentro de lo que se ha descubierto es que sí hay un fondo de ondas gravitacionales que afecta a los pulsares. Y hay dos posibles soluciones: que haya bastantes agujeros negros interactuando y lo otro es que se está viendo un fondo que probablemente sea el fondo del origen del universo.

Pero, para qué sirve saber el origen del universo. El astrofísico sostiene que probablemente en nuestra vida diaria no va a afectar saber cómo se inició el universo o cómo va a acabar. Pero las teorías que se desarrollan al final sí tienen una aplicación. “Las ondas gravitacionales y la teoría general de la relatividad permiten, por ejemplo, que existan los navegadores por satélite como el GPS o Galileo”, explica.

Sobre el aporte de la misión LISA a las ondas gravitacionales, Julio Gallegos explica que va a ser un trío de satélites, puestos en una especie de triángulo, separados por 5 millones de kilómetros cada uno. “La idea es que se van a mandar un láser entre uno y otro. Entonces, cualquier perturbación que sufre este láser, va a ser debido a una onda gravitacional. Ahora, estamos esperando que la NASA se una a este proyecto”, solicita.

Por último, el astrofísico de la Agencia Espacial Europea explica que el parámetro de 5 millones de kilómetros de distancia es el equivalente al rango de ondas gravitacionales que se van a poder escuchar. “Ese número es técnicamente razonable porque es un compromiso entre amplitud del rango y dificultad. Van a ser cerca de 3 a 4 meses de posicionamiento. Será complicado porque tienen que estar en una órbita muy precisa, siguiendo a la Tierra y luego separarse”, detalla.