
Sebastián Pérez: “Es la mejor ventana que tiene la humanidad para estudiar el universo”
En diciembre de 2024 fue presentado el proyecto INNA, un complejo industrial de hidrógeno verde para la ciudad de Antofagasta. Lo malo de esta iniciativa es que, según la comunidad científica del país, tendrá un impacto severo en la astronomía (visibilidad del universo) y el ecosistema del sector. Sebastián Pérez, doctor en Astrofísica y académico de la USACH, comentó esta problemática.
Con estudios en la Universidad de Oxford (Reino Unido), el docente tiene un proyecto de encuentros interculturales de diálogos entre comunidades de pueblos originarios y científicos, llamado Astro Diálogos. Además, es autor de “Cazadores de Eclipses”, una novela de astronomía que busca motivar a niñas a descubrir la ciencia.
Para Sebastián Pérez, la astronomía fue la punta de lanza que le permitió entrar al mundo de la ciencia. La disciplina involucraba saber matemática, física, computación, geología e incluso biología. “Me di cuenta de que la astronomía era una ciencia interdisciplinaria por naturaleza. Además, uno estudia objetos que están a años luz. Pero, además, (el universo) tiene que ver con la sociedad, la tecnología y cómo interactuamos como comunidad”, contó el académico a Rockstars.
Uno de los primeros temas estudiados por el académico y astrofísico chileno fueron los agujeros negros estelares, es decir, los que se forman a partir de la muerte de una estrella masiva, mucho más grande que el propio Sol. “Terminan su vida explotando como una supernova y, probablemente, formando un agujero (y sus jets de energía), que es un sistema muy común -pero aún desconocido- en nuestra galaxia”, indicó.
Cielos menos visibles
Por otra parte, Sebastián Pérez comentó sobre la calidad de los cielos de Chile, principalmente en la zona del desierto de Atacama, precisamente donde el proyecto INNA (de AES Andes) comenzaría a construirse. “Es la mejor ventana que tiene la humanidad para estudiar y escudriñar el universo. Y eso no solamente es un privilegio, sino que es una responsabilidad tremenda. Por lo mismo, el tema de la contaminación lumínica hay que abordarlo hoy como sociedad”, enfatizó.
Por ello, para contextualizar, el astrofísico indicó que esta contaminación tiene que ver con varias dimensiones, ya que no afecta solo lo que pasa en los observatorios, sino que también a la ciudadanía. “Hace poco, en una Convención en Ciencia de Datos, le pregunté a los estudiantes cuántas estrellas veían en el cielo nocturno: me dijeron 5, otros 10 y algunos, los que viven en lugares remotos, indicaron 30. Pero, en estricto rigor, con el cielo oscuro, sin ningún telescopio, uno debería ver cerca de tres mil estrellas”, señaló.
Pero, aparte de la contaminación lumínica por equis proyecto, la astronomía está teniendo dificultades observacionales debido a todas las redes de mega constelaciones de satélites de empresas como Starlink (Space X), por ejemplo. “Existen varios proyectos que se han impulsado para proteger este cielo, generando normas lumínicas o tratando de influir a nivel internacional”, añadió.
Además, cuando supieron del proyecto de energía renovable al sur de Antofagasta, varios astrónomos se unieron rápidamente con la Sociedad Chilena de la Astronomía y la Fundación Cielos de Chile, para proteger este cielo. “Porque no es solo un patrimonio chileno, es un patrimonio internacional de la humanidad. Pero queremos destacar que la comunidad astronómica no está en contra de la energía renovable, pero que ojalá esté (el proyecto) un poquito más lejos del observatorio”, anheló Sebastián Pérez.