Jonathan Morales: “Implica una mejora en el ciclo de fijación de carbono en las plantas”

Un gran avance científico, especialmente ligado a la biotecnología vegetal, desarrollaron investigadores de la Academia Sínica de Taiwán, quienes pretende cambiar la forma en que se cultivan los alimentos y, de paso, enfrentar el cambio climático. Jonathan Morales, investigador del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), detalló las consecuencias positivas de esta mejora.

En rigor, los científicos asiáticos desarrollaron plantas capaces de capturar hasta un 50% más de dióxido de carbono (CO₂) y producir hasta tres veces más semillas que las tradicionales. “Implica una mejora en el ciclo de fijación del dióxido de carbono en las plantas. Es decir, toman el carbono que está en el aire, lo fijan, y después lo entregan como nutrientes”, explicó el investigador a Café Plus.

Las plantas utilizan el CO₂ y después nosotros -los seres humanos- lo utilizamos, ya que nos alimentamos de plantas y verduras. “Los científicos de Taiwán modificaron genéticamente las plantas, así se mejoró la fijación, y también su crecimiento y producción de semillas. Fue un trabajo de años donde se hizo un ciclo bioquímico nuevo”, añadió Jonathan Morales.

Una de las mayores proyecciones que tiene esta investigación científica es la creación de una planta modelo, que consuma mucho dióxido de carbono y así contribuya a mitigar el calentamiento global. “Por ejemplo, si antes una planta consumía dos toneladas de CO₂, ahora, con esta tecnología, serán tres toneladas. Y, con ello, más nutrientes, mayor biomasa y el triple de semillas”, detalló el investigador de iBio.

Producción agrícola

Los seres humanos son consumidores de todos los productos agrícolas, entonces, en el futuro, tras esta investigación, se podrían generar plantas mucho más eficientes, que ayuden al calentamiento global y a hacer más eficiente la producción de alimentos. “Nosotros, como iBio, una de nuestras metas tiene que ver con mejorar la producción agrícola, entender su causa principal y generar nuevas estrategias que nos ayuden a generar cultivos más eficientes”, explicó Jonathan Morales.

Por lo mismo, este trabajo de los investigadores taiwaneses es sumamente revolucionario y va en la línea de los objetivos de iBio. “Uno como científico trata de hacer más eficientes a las plantas, principalmente para su consumo. Pero lo que hizo este grupo de investigación fue modificar la planta, agregarle algo que no tenía y volverla mucho más eficiente. Esa estrategia nunca se había visto”, comentó.

Para Jonathan Morales es sumamente importante traspasar y trasladar este nuevo circuito metabólico, desde el modelo de laboratorio, hacia las plantas de la industria agrícola. El investigador piensa que esa será una de las metas de este grupo de científicos. “La trazabilidad será un poco lenta, va a haber prueba y error, pero esto está abriendo una puerta gigantesca al mejoramiento vegetal”, afirmó.

Finalmente, para el investigador del iBio, este tipo de investigaciones favorece mucho al desarrollo agrícola en Chile, ya que nuestro país -como se ha mencionado- posee distintas condiciones climáticas que ayudan a testear este tipo de avances. “Además, tenemos muchos cultivos endémicos (tomate, papa, etc.), por lo tanto, si podemos probar este sistema de fijación de carbono en nuestros cultivos, podríamos desarrollar ciencia desde acá”, anheló.