La principal fuente de energía en Ecuador es la hidroeléctrica, la cual representa cerca del 80% de la generación nacional. Pero la matriz también incluye combustibles fósiles (centrales térmicas) y, en un número menor, renovables no convencionales. Enith Carrión, exviceministra de Electricidad y Energía Renovable, comentó cómo avanzan en esta transición con su Plan Nacional de Eficiencia Energética 2016-2035.

En rigor, Ecuador tiene una matriz hidrotérmica. Por ejemplo, el recurso hídrico nace de dos vertientes: el Amazonas y el Pacífico. “Para producir energía en el país, el 80% depende del recurso hídrico. Por lo tanto, cuando hay algún inconveniente, por disponibilidad o lluvias excesivas, se hace difícil la operación de las centrales hidroeléctricas, entonces, se ocupa la matriz térmica”, comentó la experta a Girl Power.

El problema de ello es que las centrales térmicas en Ecuador tienen más de 40 años de vida útil, por lo tanto, ya están en un periodo de obsolescencia. “Por lo tanto, cuando tenemos una sequía en la cuenca del Amazonas y en la del Pacífico, y necesito poner a funcionar las centrales térmicas, lastimosamente estas no cuentan con disponibilidades que garanticen el suministro de energía. Y ahí viene un apagón”, exclamó Enith Carrión.

Por ejemplo, en 2024, debido a ese hecho, hubo racionamiento de energía de unas 10, 12 y 14 horas, en distintos puntos del país, provocando problemas productivos, sanitarios y académicos. “Por ello, el recurso hídrico en Ecuador es natural predominante. Por ejemplo, somos el país que tiene la mayor cantidad de recurso hídrico por kilómetro cuadrado en el mundo. Entonces, se condiciona la planificación energética del país, ya que no se diversificó la matriz”, indicó la ingeniera.

Planes estratégicos

Enith Carrión comentó que Ecuador posee amplios recursos naturales. Por ejemplo, hay sol, viento, geotermia y biomasa, entre otras, pero que no habían sido considerados por el amplio recurso hídrico existente. Pero, a raíz del cambio climático, esa seguridad comenzó a desaparecer. “Además, la demanda del país aumenta del orden del 4,2% o 4,6%, sumado al crecimiento demográfico, las cargas de energía intensivas, la electromovilidad, etc. La extraña pasividad provocó que no se diversificara la matriz”, indicó.

Sobre sus recursos renovables, la experta comentó que cuentan con una pequeña central eólica desde hace 12 años y otra más grande, de 50 megas, que es Minas de Huascachaca (foto), que entró a funcionar hace solo dos años. “Entonces, tenemos en Ecuador continental 66,5 megavatios de 7.000 instalados. La proporción es muy pequeña. Y, entre las solares, hay unas 30 centrales de 1 mega, con solo 35 megavatios instalados”, señaló.

Por lo mismo, hace pocos meses, el gobierno ecuatoriano comenzó a ver la necesidad de una construcción de centrales de generación, con la ayuda de la empresa privada. “Entonces, ahora se pueden tener producción de energía, contar con un autoconsumo, pero también los usuarios pueden inyectarla a la red cuando tengan un excedente. Y, en esa figura bidireccional, se ha ampliado el marco regulatorio, ya que antes era muy restringido”, explicó.

Finalmente, Enith Carrión comentó que la unión de los países de la región es fundamental para solucionar los problemas de suministro. “Hoy, Ecuador sí tiene una conexión en tiempo real con Colombia (transacción spot), es decir, depende del mercado ocasional. Por ejemplo, cuando yo tengo excedentes, te vendo a un valor; y, cuando ellos tienen, me venden. Y con Perú tenemos una interconexión muy débil, pero somos complementarios a nivel hídrico”, ejemplificó.