
Mario Castro: “Diría que el problema más urgente es la pérdida de personal científico”
El Museo Nacional de Historia Natural fue fundado el 14 de septiembre de 1830 por el naturalista francés Claudio Gay, principalmente para contener las principales producciones vegetales y minerales del país. Después, en 1908, el edificio pasó a manos de Federico Philippi, quien amplió la obra y reforzó su cuerpo científico. Hoy, a casi 200 años de su creación, Mario Castro, su actual director, habló de su presente y futuro.
Hoy en día, el edificio, emplazado en plena Quinta Normal, presenta tres grandes problemas: infraestructura, longitud de colecciones y escasez de capital humano experto. Pero, también, aporta sendas novedades, con ayuda de la tecnología: un Herbario Digital y una colección digitalizada de figuras, que pueden ser impresas en 3D (Sketchfab).
Arqueólogo de la Universidad de Chile y con un Master of Arts y PhD en Antropología Biológica de la Universidad de Toronto (Canadá), el director asumió su cargo el 1 de octubre de 2020. “El Museo tiene muchos desafíos. El primero, es el tema de los espacios. Otro, es la longitud de las colecciones y el registro del inventario. Pero, yo te diría que el más urgente, en lo inmediato, es la pérdida de personal científico”, detalló el experto a Rockstars.
En el Museo, comentó Mario Castro, trabajaban aproximadamente 100 personas, de los cuales 40 eran connotados científicos. En cambio, hoy, lo hacen 62 personas y quedan solo 24 científicos. “Son cupos de personas que se han ido jubilando. Pero nosotros dependemos de un servicio que ha crecido y que ha establecido otras prioridades para las contrataciones. Hay poco personal científico y muchas colecciones, ya que el Museo es un gran repositorio de compilaciones biológicas”, señaló.
Futuras exhibiciones
Actualmente, el Museo Nacional de Historia Natural contiene especies de botánica y zoología, pero también un repositorio de geología y mineralogía. “Los museos existen, sobre todo los de ciencia, porque son los repositorios de los cambios evolutivos de las especies. Por ejemplo, aquí, hay remanentes de varias especies que ya desaparecieron. Entonces, si las tecnologías lo permiten, en unos años más se pueden revivir a partir de la ingeniería genética”, adelantó Mario Castro.
El Museo fue creado -y pensado- para ser un pabellón de exposiciones, pero que después se transformó en una Feria Internacional (1870-1880). Por esos tiempos, Federico Philippi traía ejemplares de animales exóticos para Chile, ya que la gente no tenía dinero para viajar a Europa. “Ahora, hemos hecho lo mismo. Un equipo de taxidermia, liderados por Diego Jara, comenzará a exhibir especímenes, para contar la historia de los vertebrados y su evolución”, agregó.
Hoy en día, además, el Museo presenta el Herbario Digital, donde es posible revisar imágenes digitalizadas de los ejemplares de plantas vasculares, sus datos científicos y la geolocalización de la colecta. “Además, hay otro servicio, llamado Sketchfab, donde puedes mirar objetos arqueológicos, paleontológicos y biológicos en 3D. Y hay fósiles que puedes imprimir gratuitamente”, indicó su director.
Finalmente, Mario Castro señaló que los museos guardan momentos de la vida que no se volverán a reproducir y que contienen conocimiento del pasado que será el fundamento del futuro. “El patrimonio puede ser un tremendo aliciente para el desarrollo y los museos tienen un gran impacto en aquello. Y el ejemplo más tradicional es el Museo Guggenheim, en Bilbao (España), que hizo a esa ciudad mucho más bonita y llamativa, a través de una obra arquitectónica moderna”, anheló.