Expedición Científica evalúa el estado ambiental del Fiordo Puyuhuapi
Investigadores de diferentes disciplinas recorrieron varios puntos de la parte norte del fiordo de Puyuhuapi para analizar las condiciones ambientales que presenta actualmente el ambiente costero de esta área
Tras la reciente instalación de balsas jaulas salmoneras dentro de esta localidad surgió la necesidad de esta campaña de muestreo, que reunió a oceanógrafos, limnólogos (especialistas de agua dulce), biólogos marinos y arqueólogos, quienes tenían por objetivo determinar las condiciones ambientales que presenta hoy el ecosistema costero norte del fiordo de Puyuhuapi, tanto en cuerpos de agua (fiordo, río) como en sedimentos (fondos blandos y duros).
A mediados de octubre, la expedición organizada por el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), que también convocó a especialistas del Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos y Sistemas Costeros (Centro I~mar) de la Universidad de los Lagos, monitoreó la zona norte del Fiordo Puyuhuapi, desde la intersección con el canal Jacaf hasta la bahía. La campaña fue realizada como piloto de un proyecto recién adjudicado por CIEP, enfocado en integrar diversas especialidades de investigación del centro, financiado por el Ministerio de Ciencia (Proyecto PATSER – ANID).
Debido a la antigüedad que presenta la concesión que alberga a estas balsas jaulas, esta no necesita someterse a un estudio de evaluación de impacto ambiental. En este sentido, “se hace imprescindible contar con información de línea base (datos de niveles de concentración de; oxígeno disuelto, nutrientes y clorofila, entre otros) que den cuenta del estado actual de las condiciones ambientales del lugar que será intervenido por la actividad salmonera”, indicó la Dra. Paulina Montero, oceanógrafa, investigadora de la línea de ecosistemas acuáticos de CIEP.
“La idea de nuestro grupo de investigación junto al grupo de oceanógrafos del centro I~mar, Dr. Iván Pérez y Dr. Patricio Díaz, es continuar en el tiempo con el monitoreo de esta área, de tal manera de identificar cuáles serán los futuros impactos de la actividad salmonera en el fiordo, considerando además el escenario de cambio climático que atravesamos”, señaló la investigadora.
Sobre el sector evaluado la oceanógrafa indica “llevamos trabajando varios años en distintos fiordos de la Patagonia Chilena, y uno de los principales desafíos de investigación es que dentro de los fiordos; y en general en los ecosistemas acuáticos, los efectos del cambio climático y del desarrollo de actividades antropogénicas (como la salmonicultura, agricultura, minería) pueden ser múltiples y simultáneos, por lo tanto, identificar los efectos de cada forzante es una gran tarea. Una de las principales preocupaciones, con respecto al efecto de las perturbaciones climáticas y/o antropogénicas en ecosistemas de fiordo, tiene que ver con el cambio que se puede producir en las propiedades fisicoquímicas del agua y/o sedimentos que podrían modificar la estructura de las comunidades microbianas y por consiguiente el funcionamiento del ecosistema”.
Por su parte, los investigadores de la línea de Pesca Artesanal, Paula Ortiz y Gustavo Aedo, trabajaron en la caracterización bentónica en diferentes estaciones ubicadas en la cabeza del fiordo Puyuhuapi. Los fondos duros se registraron mediante el uso de un robot submarino, que permite grabar imágenes del fondo marino, para así estudiar la llamada epifauna bentónica, la cual se caracteriza por presentar un incremento de su diversidad en zonas más ventiladas, como ocurre en la boca del fiordo Puyuhuapi, representadas por un gran número de esponjas, corales de agua frías, moluscos, erizos, estrellas de mar, anémonas, entre otras.
Por otro lado, se tomaron muestras de los fondos blandos, con el fin de caracterizar parámetros sedimentarios como la calidad y cantidad de materia orgánica disponible para la macrofauna, así como la caracterización de estas comunidades bentónicas. “Estos parámetros son importantes de medir ya que corresponden a las variables utilizadas para el seguimiento del desempeño ambiental de los centros de cultivo. Y poder contar con líneas base biológicas en sitios no impactados por la salmonicultura, lo que es clave para comprender las respuestas de las comunidades bentónicas a diferentes estresores provocados por el ser humano o de origen natural” aclaró Paula Ortiz.
Los afluentes de agua dulce del fiordo Puyuhuapi fueron el enfoque de Dr. Brian Reid y Luis Uribe, quienes instalaron instrumentos para medir los cambios del caudal y temperatura de alta frecuencia en los ríos Pascua, Ventisquero, y otro arroyo aguas abajo de la fuente de agua potable rural del pueblo. Aunque tratan de ríos de tamaño menor, su contribución en total es significativa al sector del fiordo urbano de Puyuhuapi, además cada afluente trae distintos aportes en términos de sedimentos, nutrientes o recursos como sílice o carbono que son importantes para la productividad marina.
Por ejemplo, Río Tronador pasa por un sector caracterizado por tener una geología joven y actividad volcánica, Río Pascua probablemente es manejado por vertientes de aguas subterráneas originadas desde el Lago Risopatrón, cuya agua superficial contribuye a uno de los drenajes del río Palena. Reid destaca que “los afluentes se encuentran en estado prístino mayoritariamente, a excepción del Pascua que recibe aguas servidas, modificando el nivel de oxígeno, sin embargo, a primera vista el impacto actual parece menor”.
Además, en esta campaña el equipo del limnólogo empezó con una capacitación a operadores turísticos para ayudar en el seguimiento de la toma de muestras de la calidad del agua. Se espera que esta contribución permita continuar con una medición mensual durante al menos un año, lo que es considerar el periodo mínimo para entender la dinámica de ecosistemas tales como los ríos.
En cuanto al arqueólogo Sebastián Grasset que se sumó a la expedición, tenía como objetivo evaluar áreas que podrían haber sido utilizadas por seres humanos en el pasado, como en momentos recientes. Esta información se espera que sea utilizada por el grupo de investigación de arqueología de CIEP para la realización de excavaciones y estudios de mayor envergadura, para contribuir al conocimiento del pasado de la localidad.
Cabe recalcar que en esta campaña participaron además la jefa de Laboratorio Soraya Villagrán, los Asistentes de Investigación Tania Ponce y Luis Uribe, y los encargados de logística Daniel Pérez y Alex Salazar de CIEP.
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