Privacidad en internet: Un arma de doble filo
¿Has reflexionado sobre qué datos personales le entregas a los sitios web y aplicaciones? ¿Qué ganan las empresas con esta información? En la última versión de Mundo Fintech. Pavel Castillo, gerente comercial en Corpa, nos invitó a reflexionar sobre la privacidad en internet.
Cada vez que ingresamos a un sitio web, de alguna manera, queda registrada “una ficha de registro”, que es lo que conocemos como cookies. Pavel Castillo, gerente comercial en Corpa, explicó que la “página web registra algunos datos personales, lo que haces, tus preferencias, los clic que diste en la página, etc.” Pero ¿de qué le sirve a las empresas nuestra privacidad en internet?
En principio, las cookies tienen una función muy útil que, según Castillo, nos ayudan a “tener una navegación bastante más sencilla”. Así por ejemplo, pueden mantener datos para el inicio de sesión, haciéndonos ahorrar tiempo, o conservan el idioma de preferencia del usuario.
Muchas veces sucede que uno busca información en internet, por ejemplo, el precio de un pasaje en avión, y posteriormente la oferta aparece en otros sitios web y redes sociales. Castillo explicó en Mundo Fintech que “no es que realmente esa página te esté siguiendo, sino que presta ese espacio para que otras empresas que están a cargo de poner publicidad, vayan poniéndola y recibiendo algo a cambio”, lo que se conoce como remarketing.
Google es un ejemplo icónico de remarketing, pues la corporación está conectada a más de tres millones de páginas donde comparte publicidad en base a búsquedas personalizadas. Además maneja información de geolocalización, tiene su propio buscador, está conectada a YouTube y por lo tanto, su venta de publicidad es muy eficiente.
Castillo recalcó que “la privacidad también es útil para estas empresas”. Cuando algo es público, todos pueden acceder a esa información, pero con todos los datos personales que obtienen las corporaciones como Google, Apple o Facebook, ellas pueden generar sus propios modelos y algoritmos que, en definitiva, “hacen que la corporación tenga un valor casi que incalculable; lo privado le da más poder a estas corporaciones”, concluyó.