En la última versión de Revolución Circular, el programa que destaca la economía 4.0, su conductor Petar Ostojic, entrevistó a Antonia Rivera, directora de Proyectos de Fundación Amulén, donde se han propuesto buscar el desarrollo de comunidades vulnerables por medio del acceso al agua.

Antonia Rivera tiene a su cargo proyectos desde Coquimbo hasta Chiloé, implementando soluciones tanto tradicionales como innovadoras para dar acceso al agua segura. La Fundación Amulén nace en 2012 respondiendo al interés común de un grupo de empresarios y amigos, relacionado con la importancia de mejorar la calidad de vida de las personas y las familias más vulnerables de Chile.

“La palabra Amulén proviene del pueblo Pehuenche, significa avanzar y progresar. Nuestro principal propósito es mejorar la calidad de vida de las personas a través del acceso al agua potable.  El primer proyecto en el Alto Biobío nos dio el paso inicial para entrar a lo que es el acceso de agua para las comunidades rurales”, explicó la directora Antonia Rivera.

Antonia Rivera, agregó que la fundación trabaja en 3 líneas de acción. “En primer lugar están los estudios de opinión pública, donde levantamos data para la toma de decisión, visibilizar el problema y reconocer la realidad en Chile. En segundo lugar, desarrollamos proyectos de acceso a agua potable para que mejoren su calidad de vida. Por último, está la innovación porque sabemos que tenemos que buscar alternativas que nos permitan entregar una solución en el corto plazo de manera eficiente y sostenible”, subrayó.

La representante de la Fundación Amulén, destacó la relación que generan con las comunidades donde intervienen, sobre todo por el trabajo que realizan en terreno. “Nos sirve para conectar con el dolor, conectar con esta problemática. Entenderlo y así encontrar las mejores soluciones que sean acordes y adaptables al contexto de Chile”, aseguró.

Acerca de la relación que se produce en el mundo rural con el modelo de economía circular, Antonia Rivera, cree que se da de manera natural. “Las personas tienen poca cantidad de agua por lo que están obligadas a reutilizarla sin tecnologías, sino desde sus mismas tradiciones y costumbres”, sentenció.

En Fundación Amulén señalan que su modelo nace desde las comunidades y considera cuatro pilares fundamentales para la implementación de todo proyecto: Escuchar y conectar a partir de las necesidades de las comunidades. Metodología aplicada donde buscan la tecnología más adecuada. Mejores innovaciones y tecnologías de acuerdo con la realidad de cada comunidad. Finalmente, la Medición de resultados; considerando las dimensiones de economía, salud, equidad de género y educación.