Mónica Otero, Investigadora y Docente de la USS explica las claves de estudio sobre cómo el cerebro responde a estímulos rítmicos para detectar patologías
En un nuevo episodio de Ciencia del Futuro, el periodista Daniel Silva conversó con Mónica Otero, Investigadora y Docente de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad San Sebastián, quien profundizó acerca de la respuesta del cerebro a ciertos estímulos rítmicos y cómo se puede utilizar esta información para discriminar entre cerebros patológicos y sanos.
La investigación de Mónica Otero se centra en cómo el cerebro responde a diferentes estímulos sensoriales como sonidos o efectos visuales, cómo esta respuesta se refleja en las redes neuronales hasta finalmente descubrir cómo se puede utilizar esta información a futuro para reconocer ciertas patologías a nivel cerebral. “Podemos usar esta información para de cierta forma discriminar entre cerebros patológicos y sanos, además de aprender cómo usar la neuroestimulación para estimular ciertas redes neuronales y mejorar el funcionamiento cuando existen ciertas patologías y la comunicación a nivel cerebral se ha dañado”, aseguró.
Mónica Otero dijo que para poder llevar a cabo esta investigación se utiliza la estimulación sensorial. “Por ejemplo utilizamos estímulos acústicos, donde te pones audífonos y escuchas un cierto ritmo, o también pueden ser flashes de luz”, detalló.
Agregó que después de esta primera etapa de la investigación, se busca saber qué mecanismos subyacen en este procesamiento, para lo que se utilizan modelos computacionales. “Utilizamos modelos que de alguna forma expliquen las señales que registramos, por ejemplo, cómo modelar esta estimulación sensorial que me permite activar redes específicas”, aclaró la docente.
A pesar de que se pueden utilizar diferentes técnicas para lograr esta estimulación en el cerebro, Mónica Otero prefiere trabajar con la estimulación sensorial ya que es un procedimiento menos invasivo, y mediante el cual también se pueden obtener buenos resultados. “La idea que nuestro cerebro es capaz de codificar información rítmica de estímulos sensoriales en general. Esa información para la neuroestimulación, si quiero estimular una red neuronal, se sabe que es sensible a determinada frecuencia y podemos llegar a ella de alguna forma”, manifestó la experta.
Esta información se puede utilizar para saber que redes neuronales se encuentran dañadas y cómo poder intervenir terapéuticamente, en el caso de un cerebro patológico.
Un ejemplo de esto es que durante su investigación, Mónica Otero descubrió que pacientes con esquizofrenia hay determinadas redes neuronales que no se activan. “Hemos visto que si uno es capaz de sincronizarse a ritmos, ellos demoran más en lograr esta sincronía, y al momento de dejar de estar sincronizados, también demoran más”, añadió Otero.
Este descubrimiento podría ser de ayuda a futuro para poder diagnosticar a pacientes con esquizofrenia, aunque antes se debe discriminar si esta demora en sincronizar se presenta solamente en la esquizofrenia o también en otro tipo de patologías
Con respecto a los modelos computacionales utilizados para su investigación, Mónica Otero específica que estos provienen del campo de la física, algo que caracteriza a la neurociencia ya que permite la mezcla de diferentes conocimientos.
“Estamos usando un modelo que se usa para medir el comportamiento de péndulos, a este se le hacen modificaciones y lo adaptamos a la neurociencia”, indicó la profesional quien agregó que esto se puede lograr gracias al uso de computadores cuya única función es la creación de modelos para este estudio.