José Antonio Díaz, director ejecutivo de Fundación Minera Escondida entrega detalles sobre Código Futuro, el programa que busca entregar competencias digitales a 1700 niños de Antofagasta

En un nuevo episodio de Minería del Mañana, Eduardo Fuentes compartió con José Antonio Díaz, director ejecutivo de Fundación Minera Escondida, quien entregó detalles sobre Código Futuro, el nuevo programa que tiene como misión capacitar a 1700 niños de diferentes colegios de Antofagasta.

La Fundación Minera Escondida existe desde hace 25 años en la región, después de dar cuenta que como empresa debían entregar ciertas condiciones a la comunidad para poder crear un ambiente más próspero, razón por la que comenzaron a desarrollar una serie de iniciativas y programas, “empieza un relacionamiento comunitario con actividades de carácter higiénico, de desarrollar escuelas, estadios, playas, canchas deportivas, etc. Pero llega un punto en que es un stock definido y a disposición de la comunidad”, por esto es que se preguntaron cómo podían seguir entregando herramientas para que la comunidad se hiciera cargo de su propio futuro.

Teniendo en cuenta esta historia de ayuda a la comunidad, y el escenario actual donde el desarrollo tecnológico crece a un ritmo acelerado, es que nace la idea de Código Futuro, un programa creado por Fundación Minera Escondida, a través del cual buscan “aportar al desarrollo de las competencias y habilidades tecnológicas de los estudiantes técnico profesionales de nuestra comuna”, esto como respuesta a los grandes cambios que se encuentra viviendo la región y la industria de la minería frente a los avances tecnológicos. “Pretendemos hacer un programa donde buscamos capacitar a más de 1700 niños y niñas de tres instituciones, el Colegio Industrial Don Bosco, Liceo Politécnico Mayor General Oscar Bonilla y el Liceo Industrial Eulogio Gordo Moneo”, todas instituciones emblemáticas de la región y en las cuales esperan poder entregar herramientas que ayuden a los jóvenes a enfrentar estos cambios.

Esta primera edición de Código Futuro se puede llevar a cabo gracias a la participación de diversos actores, entre ellos Escondida, Fundación Minera Escondida, BHP, Centro Industrial y Minero, además de la ayuda de la startup de tecnología Desafío Latam. “Es una primera edición y lo tenemos que evaluar con las comunidades académicas. Esperamos sea bien recibido por los estudiantes y al mismo tiempo poder continuar, porque el desafío es gigante en relación al cambio tecnológico de la minería”, comenta José Antonio Díaz.

Programas como el propuesto por la Fundación Minera Escondida son importantes teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías en la industria de la minería como operaciones remotas, digitalización, robotización y la automatización han cambiado las tres grandes áreas de la industria, que son extracción, procesamiento y mantenimiento. “Más o menos el 70% de las habilidades que tienen hoy los trabajadores serán cambiadas por otras competencias. No sólo hay que hacer upskilling de quienes ya trabajan, también de quienes se incorporan a la industria, esto no se puede hacer cuando ya están trabajando, porque el cambio es muy rápido. Desde ahí nace la idea de trabajar en los colegios técnicos, no sólo para que se integren a la industria minera, hay un mundo de posibilidades gigante”.

Fundación Minera Escondida realizó una serie de diagnósticos para poder evaluar el conocimiento de los alumnos de la región, con esto se dieron cuenta de dos problemáticas. En primer lugar, que el ingreso per cápita de la región no se condice con los resultados académicos, razón que los llevó a trabajar en el programa de primera infancia. “Otra preocupación es que los trabajadores sean de la región, es un deber, y estamos en la línea correcta empezando a trabajar con escuelas técnicas”.

Hacia el final de esa primera edición de Código Futuro, en Fundación Minera Escondida esperan en primer lugar “ver cuáles son los sueños que los estudiantes se pueden plantear después de este curso, finalmente en base a eso se crean realidades diferentes y esas realidades tienen que ser mejores para mejorar las condiciones actuales de la comunidad”.

Mientras que, en un ámbito más práctico, al ser la primera edición, deben revisar si la forma de implementar el programa fue la correcta para así poder continuar con este proyecto haciendo las correcciones correspondientes sobre la base de los resultados obtenidos.