Tecnología con nanopartículas de cobre evita infecciones en los dispositivos de salud
Una gran innovación tecnológica están implementado investigadores de la Universidad Bernardo O’Higgins. Se trata del uso de nanopartículas de cobre para lograr infecciones que se puedan asociar a dispositivos de salud. Sara Ramírez, una de las integrantes de la iniciativa, explica en qué consiste la aplicación.
En conversación con Café Plus, la investigadora se refiere a la plataforma COPESIL, la que está por iniciar la segunda etapa, es decir, probándose ya con pacientes de cuatro hospitales de la Región Metropolitana. “Tras trabajar la prueba bajo el concepto de laboratorio, ahora somos capaces de llevar todo lo experimentado al ámbito real, que es el ambiente clínico”, indica Ramírez.
“COPESIL es una plataforma tecnológica que se basa en la incorporación o inmovilización de diversas nanopartículas de cobre, completamente antimicrobianas, que matan en un 99% a todas las bacterias que se encuentran en cualquier medio. Los alambres moleculares que usamos son capaces de eliminar esas biopelículas que se van generando cuando se mueren estas bacterias”.
Sara Ramírez, investigadora de la UBO.
Por lo tanto, la innovación combate las múltiples infecciones bacterianas. De paso, este desarrollo soluciona el problema de los antibióticos, ya que no estaban siendo óptimos debido a la resistencia antimicrobiana. “Hay una alerta mundial debido a este problema y con esta solución ya no sería necesaria la utilización de antibióticos”, sostiene Sara Ramírez.
Desarrollo en terreno de nanopartículas
Según lo explica la profesional, lo innovador de COPESIL es que se logró inmovilizar a estas nanopartículas. “Estas, en la superficie de silicona, funcionan como antenitas capaces de capturar todo lo que está a su alrededor, ya que como son tan pequeñitas, tienen una eficacia extremadamente potente de eliminación de los agentes patógenos. A grandes rasgos, radica la infección proveniente de las bacterias”, explica.
La idea de esta innovación nació para tratar de solucionar este problema mundial en el cual todos pueden estar involucrados. Y mucho de eso tiene que ver la doctora María Cristina Paredes, impulsora de esta de esta idea donde, en conjunto con otras investigadoras, pudieron vincular ciencia básica y llevarla a la realidad.
La plataforma COPESIL fue probada tanto en células como en animales, por lo tanto, tiene una validación preclínica. Pero, claramente, existía la necesidad de llevarla a un escenario real. “Ahora vamos a entrar a un ensayo clínico en el Hospital Salvador, el Hospital del Tórax, Neurocirugía y el Hospital Geriátrico, donde la plataforma será llevada en un catéter urinario permanente”, comenta Sara Ramírez.
La investigadora de la UBO indica que serán 400 los pacientes con los cuales trabajarán, teniendo el estudio aproximadamente seis meses de aplicación. Tras eso, se verán los diagnósticos y resultados. La idea de todo esto es poder extrapolar la plataforma a catéter intravenoso, catéter de diálisis y sondas de distintos tipos.
Sara Ramírez anhela que la aplicación y desarrollo de esta tecnología se quede en Chile. “Queremos construir una planta de producción de estos insumos médicos para que pueda llegar, en una primera instancia, a nivel nacional y después expandirlo a nivel mundial. Y también es importante destacar que el valor de las nanopartículas de cobre no se elevará sustancialmente, por lo tanto, el dispositivo podrá llegar a toda la comunidad”, espera.