Docentes se refieren al desarrollo y evaluación de tecnologías de generación fotovoltaicas

Con el nombre de “Desarrollo de estándares y certificación de metodologías para componentes fotovoltaicas expuestos a climas de alta radiación”, se consigan el proyecto elaborado por los docentes Rodrigo Barraza y Patricia Valdivia, realizado principalmente por las condiciones climáticas adversas que hay en el norte y que degradan de forma acelerada los componentes y módulos fotovoltaicos de las plantas de Chile.

Desafortunadamente, señalan, no hay data estadística ni metodologías para determinar estos efectos actualmente, ni como poder prevenirlo. Por lo mismo, este proyecto viene a solucionar esa problemática. Este trabajo se hizo en conjunto por los departamentos de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Física de la Universidad Santa María, donde propusieron una investigación básica y aplicada transcendental para la industria fotovoltaica del país a partir de nuevas condiciones naturales y artificiales.

Rodrigo Barraza es ingeniero civil mecánico de la Universidad Técnica Federico Santa María y es doctor en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos. Mientras que Patricio Valdivia es ingeniero civil eléctrico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y doctorado en Biosystem Engineering de la Universidad de Arizona (EE.UU.).

“Nuestro proyecto busca resolver los grandes desafíos de la industria, ya que los problemas de la energía solar fotovoltaica son muy transversales. Hemos conformado un buen grupo junto a Rodrigo (Barraza) en el laboratorio de la USM. Viajamos a la conferencia anual del ámbito fotovoltaico que hace Europa donde expusimos los resultados que teníamos del proyecto. Hemos mostrado a nivel internacional nuestra investigación”, cuenta Patricio Valdivia a Sello Región.

Degradación de plantas fotovoltaicas

Este trabajo ha mostrado una capacidad de generar un ecosistema de trabajo, con la investigación de la universidad y la incorporación de la empresa para la implementación. Sobre cuáles son los elementos que aportan a la degradación de las plantas fotovoltaicas, Rodrigo Barraza señala que son por factores climatológicos, principalmente por la radiación ultravioleta que es muy alta en la zona norte del país.

“Cabe mencionar que la degradación es la pérdida de calidad desde el punto de vista útil de los componentes en general. Nosotros nos enfocamos en la pérdida de vida útil de los paneles fotovoltaicos y de los componentes eléctricos expuestos a extrema radiación, como ocurre por ejemplo en el desierto de Atacama. Por lo tanto, hay una hipótesis que tenemos y es que esta radiación UV podría acelerar o exacerbar los niveles de degradación, pero lamentablemente no hay data real en Chile”.

Rodrigo Barraza, investigador de la USM.

Sobre los principales resultados y conclusiones del proyecto, Patricio Valdivia señala que se encontraron con un resultado de producción que tiene que ver o que está asociado a un modelo de degradación. “Nuestro aporte va desde el punto de vista de la producción. Logramos dar con una metodología que justifica un número, que es un algoritmo o modelo que predice el nivel de deterioro, pero que también indica los resultados de protección”, sostiene.

Valdivia agrega que esta tecnología tiene que permear a la industria, ya que nació con una conversación previa con los interesados, es decir, el sector que abordan. “Por lo mismo, esperamos que haya una transferencia del conocimiento o transferencia tecnológica. Nosotros apostamos por generar una protección industrial, con los mecanismos que desarrollamos y con los procedimientos de cálculo en la degradación. Se puede compartir con las empresas, ya como empaquetado, desde la universidad”, señala.