Chile Sustentable es una fundación que se dedica a la formulación, incidencia y monitoreo de políticas públicas en materia ambiental, priorizando transición energética, protección de la biodiversidad y derecho humano al agua. Sus bases de trabajo se materializan en tres ejes: sustentabilidad socioambiental, equidad socioambiental y profundizar la democracia. Sara Larraín, directora de la organización, evalúa el presente energético del país.

A lo largo de sus 25 de historia, la fundación ha contribuido al diseño e implementación de políticas públicas sobre seguridad hídrica, protección de aguas y glaciares; descarbonización y transición energética; y protección de la biodiversidad a través de incidencia en actores políticos e instituciones de gobierno. Larraín, que está a la cabeza del gremio desde 1997, ha sido directora de Greenpeace Chile, cofundadora de la Red Nacional de Acción Ecológica y en 1999 fue candidata presidencial por el Partido Ecologista.

Desde sus tiempos académicos ha estado ligada el tema ambiental, cuando poca gente se dedicaba, preocupaba y trabajaba por la sustentabilidad. Comenzó haciendo estudios para Greenpeace sobre el impacto en temas de recursos hídricos y cambio climático. “Desde la Cumbre de Río, del año 1992, que se habla de cambio climático y biodiversidad. La sociedad humana depende de la naturaleza y los sistemas biofísicos que la mantienen. Por lo tanto, si destruimos aquello nos estamos disparando en los pies y tendremos que sufrir consecuencias complejas”, señala a Hágase la Luz.

En esa época hubo una época de apertura a un conocimiento más complejo, con un enfoque más sistémico. Más adelanta, señala, se desarrolló el tema de las energías renovables y el hito del proceso de descarbonización, con el objetivo de recuperar las condiciones climáticas. Algo que aún está en desarrollo y que se espera para 2025 el cierre de 20 plantas termoeléctricas en el país.

Leyes urgentes

En 1995, en Chile, comenzaron las primeras protestas medioambientales. El hecho que las causaron fueron las pruebas nucleares de Francia en el Atolón de Mururoa (Polinesia). Tras eso, ha habido reclamos ciudadanos por la construcción de centrales, siendo la más recordada la campaña en contra del proyecto Hidroaysén, de 2007, operación que contemplaba cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el río Pascua.

Sara Larraín comenta que el tema de la transición energética no ha estado exento de dificultades y complejidades. Si bien, hubo avances en algunos gobiernos, los temas urgentes no se han trabajado con seriedad, sobre todo en el caso de la descarbonización. “Por ejemplo, Manfred Max Neef (1993) fue el primer candidato presidencial de los temas ausentes de la transición. Esa fue la primera vez que apareció un elemento distinto al duopolio político existente”, señala Sara Larraín.

La ecologista cuenta que en 1997, cuando formaron Chile Sustentable, realizaron un convenio con fundaciones y organizaciones de la sociedad civil de todo el país, donde se armó la Agenda Ciudadana para el Cambio, documento que la llevó a convertirse en candidata presidencial, ya que contenía una guía de políticas prioritarias en materia de salud, educación, previsión, etc.; pero también en temas ambientales con el sector minero y el forestal.

Hoy en día, Chile Sustentable trabaja en pos de hacer propuestas para tratar de reducir o eliminar los combustibles fósiles de la matriz al año 2030. El objetivo, comenta, es la protección de las personas y de la naturaleza a nivel local. “El año 2003 ya habíamos planteado al Gobierno una ley de energías renovables obligatoria y el año 2005 participamos del programa País de Eficiencia Energética. Abrimos el camino de alternativa a los fósiles”, cuenta Sara Larraín.

Finalmente, la ecologista comenta que los temas potentes de hoy en día son los polos de desarrollo para la Ley de Transmisión, hecho que ha atrasado a la Ley de Almacenamiento. “Se necesita que la matriz tenga otros servicios complementarios. El Senado debe aprobar la Ley de Promoción de Renovables para cumplir con la meta del 60%. Ojalá esto esté para el primer semestre 2025”, anhela.