“El 75% de las personas que pasaron por CEIM están trabajando en lo que estudiaron”

El Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM) es un organismo de capacitación, líder en el desarrollo de competencias laborales y formación de capital humano. El impacto positivo de su rol formador ha permitido la apertura a todo el ecosistema minero, estableciendo vínculo con toda la Gran Minería de Chile. José Antonio Díaz, gerente general de Fundación Educacional Escondida, indica el presente del ente.

Díaz indica que el organismo es un centro de entrenamiento industrial y minero, cuyo objetivo es preparar trabajadores/as calificados para que puedan entrar a la minería. CEIM va a cumplir 25 años y tiene una enorme cantidad de horas de capacitación para la fuerza laboral. “Por ejemplo, sólo el año 2023 pasaron cerca de 34.000 personas capacitándose en nuestra institución. Estamos radicados en Antofagasta, pero también tenemos sedes en Iquique, Santiago, Salamanca y La Serena”, indica a Minería del Mañana.

En el desarrollo de todos sus procesos formativos, el CEIM va gestionando diversas innovaciones y mejoras tecnológicas en sus áreas de capacitación. “Sin duda, la arquitectura del aprendizaje, de la nueva sociedad, está cambiando radicalmente. Las rutas académicas se están transformando en base a habilidades. Hoy, la educación y la capacitación es a lo largo de toda la vida”, expresa.

Añade que hoy en día el aprendizaje, que estaba basado en la sala de clases, se está enseñando de manera combinada a través de entornos virtuales. “El avance en la tecnología es tan rápido que también quedan obsoletos algunos conocimientos que se aprendieron en un momento determinado. Por lo tanto, si desarrollas ciertas habilidades transversales, permite ir navegando en virtud de los cambios que van surgiendo”, señala.

Grandes desafíos del CEIM

Hoy en día la tecnología cambia rápidamente, algo que tienen muy claro en el CEIM. José Antonio Díaz indica que los entornos virtuales son muy importantes, pero también los escritorios interactivos, las pantallas murales y las credenciales alternativas. “Al mismo tiempo, contamos con trazos robóticos y maquetas de efectos, que permiten ver los distintos programas. Además, tenemos un CEO (Centro Integrado de Operaciones) que simulan una faena, donde hay simuladores de camiones de alto tonelaje y plataformas como Google, Zoom o Meet como ayuda”, sostiene.

El gerente de CEIM pone énfasis en que los alumnos hagan trabajos colaborativos, tengan alfabetización digital, usen metodologías ágiles, realicen planificaciones, resolución de problemas, gestión del cambio; sumado a creatividad, innovación y pensamiento crítico. “Además, sabemos lo que está pasando en nuestra ciudad (Antofagasta), ya que hay mucha cercanía con los liceos técnicos de la región. Eso nos permite acoplar y desarrollar programas que permiten el traspaso de un estudiante de un liceo técnico, a una faena, en un corto periodo de tiempo”, indica.

José Antonio Díaz señala que la tasa de empleabilidad, al primer año, de los alumnos que entran al CEIM es de un 38%. Por su parte, al segundo año de un 65%. “Mientras que, al tercer año, el 75% de las personas están trabajando en lo que efectivamente estudiaron. Tenemos un portal, que se llama Conecta, donde los vinculamos con las compañías y, de repente, lanzan programas de captación de futuros talentos mineros”, explica.

Finalmente, el gerente de CEIM indica que, entre los desafíos, está vincular y acortar el peligro que hay, entre egresar de la educación técnica de nuestra región e incorporarse rápidamente a una faena productiva. La industria minera genera mucha movilidad social, por lo tanto, eso también ayuda. Como dice Marco Lima, profesor de la PUC y director del CEIM, la industria minera está desafiada a mover la aguja del país, por las demandas del cobre, el litio, el molibdeno y la tierra rara. Por lo tanto, hay un mundo por descubrir y trabajar”, sentencia.