Experto clama por un eficaz ordenamiento territorial para mitigar los desastres naturales

Nuevamente la naturaleza azotó varias comunas de la zona centro y sur de nuestro país. Las incesantes lluvias, con isoterma alta, acaecidas en los últimos días inundaron muchos sectores producto del desborde de canales y ríos. Pérdidas humanas y materiales, fueron las consecuencias de este desastre. Claramente la solución a esto está en desarrollar un eficaz ordenamiento territorial en Chile.

El ordenamiento territorial (OT) es una tarea que consiste en establecer roles para los distintos lugares, zonas específicas asociadas a usos, jerarquías, vialidades y distintas áreas para la convivencia del medio natural, los centros poblados y la estructura de movilidad, entre otros. En Chile, el OT se da a través de una macro partición del territorio en cuatro unidades: nación, región, intercomunas y comunas.

Ignacio Rodríguez, experto en Recursos Hídricos de la Universidad Austral de Chile, se refiere a los fenómenos naturales ocurridos en las ultimas horas y a los planes urgentes que se deben adoptar para no repetir las escenas vividas. “Las autoridades han sido negligentes. Las ciudades se han demorado en temer óptimos planes reguladores. Volvemos al tema del ordenamiento territorial y al mal uso de la evidencia. Debemos aceptar que lo hemos hecho mal”, alerta.

Señala que todavía hay muchas personas que además no creen en las consecuencias del cambio climático. Indica que en la sociedad en general operan intereses económicos más que sociales o ambientales. “Podemos tomar mejores decisiones respecto a esto. Creo que la política grande, que tiene que ser fuerte, ha sido un fracaso. Debemos empezar a buscar soluciones urgentes, ya que mover asentamientos humanos es muy complejo”, añade el experto, quien conversó con Gabriel León, en Rockstars.

Tres pilares

Ante cada desastre, la autoridad de turno vuelve a cometer los mismos errores: se construye donde mismo. Señala que instalar poblaciones en zonas de cauces naturales de ríos es un suicidio. “Hay ejemplos claros en Chile de cómo no hay que hacer las cosas. Por ejemplo, lo sucedido en Chaitén y Cahuil. No se entiende cómo no le damos importancia al ordenamiento territorial en Chile. Se prioriza lo económico antes que lo lógico y lo ecológico”, reclama Ignacio Rodríguez.

El profesional da señales de cómo se podrían hacer mejor las cosas. Indica que el Estado debe hacer una planificación estratégica de cómo somos exitosos, como humanos, para poblar un lugar. “Esa debería ser la discusión central. Pienso que conservar la naturaleza es fundamental. Podemos modificarla, pero hasta cierto punto. Creo que la resiliencia, la restauración y el OT, son clave para conservar el ecosistema”, apunta.

Humedal Las Cruces

Ignacio Rodríguez es además director ejecutivo del Centro de Humedales Río Cruces, de la Universidad Austral de Chile, ubicado al norte de la ciudad de Valdivia. El humedal fue formado luego del terremoto de 1960, tras el hundimiento de las tierras agrícolas bajas en las riberas del río Cruces y su red hidrográfica. La zona fue colonizada por diversas especies vegetales acuáticas y palustres, la mayoría de ellas de origen nativo y por cerca de 80 especies de avifauna.

La avifauna de este humedal es rica en especies. Habitan allí mamíferos como como el coipo y el huillín, junto a una gran variedad de aves, entre ellas diversos tipos de garzas, cisnes de cuello negro, taguas y cormoranes. Sobre el cuidado de los humedales en Chile, Rodríguez sostiene que “ha mejorado, pero que aún falta mucho por trabajar”.

“En Chile tuvimos un desprecio por los humedales, ya que los consideramos de segunda categoría. Acá se construyó encima de ellos. Y el problema de hacer eso, en un país sísmico como el nuestro, es que se genera un efecto llamado licuefacción (de sólido a líquido). Es imposible hacer una infraestructura resiliente a terremotos en lugares que se mueven azarosamente. Y, por otra parte, están las inundaciones, que generan pérdidas de vidas e infecciones. Y eso que el humedal es el ecosistema más valioso de la naturaleza”, explica.

Si bien, gracias a Ley de Humedales, se han dado saltos cuánticos, el experto señala que aún es insuficiente. “La ley no es perfecta, pero se puede mejorar. Lo malo que choca con un sistema social que está construido de otra manera. Por ejemplo, si construyes en zonas de inundación, es obvio que se inundará. Si ocupas, para dar otro ejemplo, el estero Marga Marga, en Viña del Mar, como estacionamiento vehicular, es obvio que algo pasará. Esa es una mala señal”, añade.

Migración de cisnes

Volviendo a la situación del humedal Río Cruces, Ignacio Rodríguez comenta que en un momento llegaron a tener cerca de 23 mil cisnes. Y eso llamó la atención de los expertos. Claramente, había un problema de migración, debido a las sequías que se producían en otros humedales del país. Y eso generaba en las aves interacciones no ideales.

“Hicimos un estudio donde, desde una mirada de ecotoxicología y de fisiología, descubrimos varios biomarcadores de estrés en estos cisnes. Por el tema de la gripe aviar, se nos impidió tomar muestras durante el brote. Tanto en Valdivia como en Magallanes murieron muchas especies por esta enfermedad, pero no pudimos probar nuestras hipótesis por la gripe aviar”, explica.

Finalmente, señala que ha disminuido la población de cisnes en la zona del humedal. Han hecho varios estudios para entender qué sucedió. “Pueden ser varios factores. El pH del humedal juega un rol fundamental. Ahora, se está midiendo en tiempo real para determinar mejor los cambios en el pH del agua. Cuando ocurren estos cambios, los cisnes se van a otros lugares donde no deberían estar”, enfatiza Rodríguez.