Ecológicamente los rasgos son características morfológicas, fisiológicas, estructurales o fenológicas que influyen en la reproducción, crecimiento y supervivencia de una especie. Sobre eso mismo se creó Sobre Rasgos-CL, una plataforma que integra información recopilada de la literatura científica y de investigadores sobre las funcionalidades de las plantas en Chile. Dylan Craven, investigador asociado de Data Observatory, conversó con Café Plus donde detalló el trabajo.

El objetivo principal de la iniciativa es fomentar la generación de conocimiento que contribuya al estudio y conservación de la biodiversidad en Chile. Además, este análisis es desarrollado a partir de una base de datos fundamentada en los principios FAIR (Findable, Accessible, Interoperable, Reusable).

Rasgos-CL está dirigida a diversos actores de la sociedad, incluyendo tomadores de decisiones, investigadores y el público en general. “Es importante entender que son rasgos ecológicos y es una forma de contar la historia que hay detrás de cada especie. Por ejemplo, hoy existen más de 4.500 especies nativas, pero el nombre no te cuenta todo. No te dice dónde viene, qué hace, con quién se lleva y, en este caso, los rasgos empiezan a darnos esa mirada”, explicó Craven.

El investigador agregó además que la plataforma explicará cómo estas plantas (o árboles) interactúan con el medio ambiente y cómo comparten con animales, aves e insectos. “De esa forma nos ayuda a poner como un valor a la biodiversidad, que antes no existía en Chile. Por ejemplo, hoy podemos  demostrar qué es lo que hace un árbol como el alerce o la palma chilena. Esa información la hemos podido compilar a través de los últimos dos años”, añadió.

Siglos de recopilación de data

Dylan Craven es investigador asociado de Data Observatory, una colaboración público, privada y académica, que busca maximizar el beneficio que se puede obtener de los datos para la ciencia, la investigación y el desarrollo productivo, para la generación de políticas públicas e iniciativas que tengan impacto social en materias relativas al cambio climático, logística y transporte, minería, acuicultura, gestión territorial y prevención de desastres naturales, entre otros.

A la fecha, comentó Craven, para Rasgos-CL, han trabajado en el país con  718 especies leñosas. De ese grupo, han escogido una amplia gama de características y comenzaron a revisar literatura publicada en tesis y guías. “Dentro de los datos está la altura máxima, el peso de su semilla, qué tipo de dispersor tiene su semilla, qué tipo de polinizador ocurre en sus flores, etc. Todo eso nos empieza a dar una idea de lo que hay nuestro ecosistema”, señaló.

Por lo mismo, agregó que estaban trabajando en un proyecto sobre la dependencia biótica de los ecosistemas. Eso quiere decir, explicó, que es una forma de cuantificar qué tanto, el árbol, necesita de otros grupos taxonómicos, como aves o mamíferos, para su existencia a largo plazo. “Eso nos da una idea de qué tan delicada está la biodiversidad a lo largo del país, qué tanto dependen de insectos y aves, y cómo podemos trasladar, con esos mapas de dependencia biótica, las amenazas potenciales”, agregó.

Algunos de los registros que están siendo acumulados en la plataforma Rasgos-CL datan desde 1823, es decir, es una literatura antigua pero muy valiosa. Dylan Craven comentó que, a nivel global, hay mucha brecha de información de biodiversidad. Por ejemplo, en Brasil hay árboles que son del siglo XVII, pero no han determinado si esa especie aún existe. En Chile, el Data Observatory trabaja con INEA y la Universidad de Chile. “Antes, en el país, había disponible un 25% de especies con data. Hoy, gracias a nuestro esfuerzo, hemos aumentado ese porcentaje a más del 75%”, detalló.