Pedro Maldonado analizó cómo la IA y la neurotecnología interactúan con el cerebro humano
“El humano futuro” es el nuevo libro de Pedro Maldonado, investigador del Laboratorio de Neurosistemas de la Universidad de Chile y del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), que habla sobre el concepto de inteligencia -humana y animal- y lo compara con la IA y la neurotecnología, planteándose la siguiente pregunta: ¿seguiremos siendo humanos en el futuro?
Biólogo, doctor por la Universidad de Pensilvania y con un posdoctorado en la Universidad de California-Davis, el académico, quien anteriormente había escrito ¿Por qué tenemos el cerebro en la cabeza? (2019), en esta nuevo trabajo escrito presenta posibles escenarios y describe cómo el cuerpo y la mente humana podría cambiar a raíz de los rápidos avances científicos y tecnológicos.
Para Pedro Maldonado, los científicos tienen la obligación de llevar el conocimiento -que se está generando en los laboratorio y las universidades- hacia el público general. “Es un mandato de la sociedad el generar nuevo conocimiento, pero este tiene que llegar afuera. Y cuando hay revoluciones tan importantes como la IA y la neurotecnología, nosotros podemos contribuir entregando información para que la gente debata y piense”, indicó a Rockstars.
El académico añadió que la inteligencia humana (y animal) sigue siendo un misterio y un tema de estudio, ya que se conoce bastante poco sobre cómo funciona el cerebro. “Pero tenemos absolutamente certeza que sí tenemos inteligencia. Uno la define como la capacidad de resolver problemas. El cerebro puede solucionar temas matemáticos, sociales, musicales o logísticos. Por lo tanto, somos máquinas de resolver problemas”, agregó.
El cerebro del futuro
Pedro Maldonado sostuvo que el cerebro no es una masa uniforme de cosas, sino que, a través de un proceso evolutivo de millones de años, ha ido agregando cosas y permitiendo así que haya nuevas funciones. “Entonces, en el futuro, la expectativa de que nuestro cerebro no cambie morfológicamente es alta. Es lo que uno esperaría, ya que los tiempos biológicos son más largos. Lo que sí ha cambiado es la manera en que ocupamos ese cerebro”, comentó.
Por ejemplo, con el avance tecnológico y aplicaciones como Waze o Google Street View, el cerebro humano se ha empezado a ejercitar de una forma distinta. Y, según indicó el académico, si algo no se entrena, se atrofia. Por lo tanto, se está tercerizando la navegación. “Por ejemplo, hace mucho rato que tercerizamos la matemática y el cálculo. Cuando joven me acordaba de 30 números de teléfonos y hoy con suerte me acuerdo del mío. Hemos tercerizado habilidades cognitivas”, añadió.
Sobre la irrupción de la IA y cómo esta se está metiendo en el diario vivir de las personas, Pedro Maldonado opinó que es un algoritmo muy determinista, ya que proviene de un cálculo de probabilidades, particularmente los ChatGPT, que son modelos grandes de lenguaje que predicen cosas probables. “Por lo mismo, una de las líneas de investigación en el CENIA es justamente cómo hacemos esta relación entre máquinas y humanos”, explicó.
Finalmente, el académico de la U. de Chile afirmó que la IA puede seguir desarrollándose sin inspirarse en el cerebro, cosa que ha ocurrido hasta ahora. “Un mito común de IA es creer que, porque el computador o el algoritmo es más grande, automáticamente va a ser más inteligente y va a tener conciencia. Por ejemplo, muchas de nuestras funciones biológicas, como las emociones, surgen de circuitos específicos en nuestro cerebro, no porque hay hartos cerebros”, puntualizó.