Marcos Godoy: “El cultivo de salmón está tremendamente desafiado por enfermedades parasitarias”

La industria acuícola en Chile es sumamente importante, ya que genera empleo y contribuye a la economía del país. Su foco se centra en el cultivo de salmones, mejillones y otras especies. Por ejemplo, la acuicultura factura más de 4,5 mil millones de dólares anuales. Marcos Godoy, investigador de Medicina Veterinaria de la U. San Sebastián, comentó el trabajo para frenar las enfermedades parasitarias.

Por ejemplo, el académico abordo la crisis que afectó a la industria salmonera nacional el año 2008, debido al brote del virus ISA (Anemia Infecciosa del Salmón), que causó pérdidas millonarias y una disminución en la producción de aproximadamente un 16.2%. Pese a encontrar salmón en países como Noruega, Escocia, Islas Faroe, Canadá y Estados Unidos; Chile presenta diversas características a favor.

“El sur del país se caracteriza por tener bajas temperaturas, zonas ricas en oxígeno y lugares que están protegidos. Hay buenas condiciones para desarrollar una acuicultura, particularmente del salmón, ya que es una especie muy cercana al agua fría. Es un privilegio geográfico tener la oportunidad de cultivar salmones”. Marcos Godoy, investigador de la USS.

El académico sostuvo que los médicos veterinarios siempre han jugado un rol relevante en la industria salmonera de Chile. “Pero no solamente se encargan de la salud, sino que también de ámbitos técnicos y administrativos. Y con el tiempo se han ido especializando, debido al incremento de la producción y, con ello, los desafíos sanitarios”, explicó a Rockstars.

La industria, añadió Marcos Godoy, ha estado permanentemente desafiada por los patógenos, ya que son inherentes de los sistemas biológicos. “Las epidemias y los patógenos han existido desde siempre. Por ejemplo, cuando uno analiza peces silvestres, se están ocupando permanentemente con los patógenos. Ahora, yo diría que un punto de inflexión, donde la industria se dio cuenta de su relevancia, fue la crisis del virus ISA”, detalló.

Desafíos de la industria

El virus ISA fue el primero que tuvo que enfrentar la industria salmonera, a nivel mundial. La afección afectaba a los peces en la fase de engorda y podía producir mortalidad en cualquier etapa, incluyendo previo a la cosecha. “Por lo tanto, el impacto económico, social y medioambiental fue importante. La industria prácticamente desapareció. Pero hubo una cooperación público-privada con la academia, a nivel nacional e internacional”, indicó.

“Los salmones tuvieron su pandemia antes que el COVID 19. Hoy en día esta industria no puede trabajar sin sostenibilidad. Por lo mismo, no solamente en Chile, sino que, en todo el mundo, el cultivo del salmón está tremendamente desafiado por las enfermedades parasitarias, particularmente por una enfermedad denominada comúnmente como piojo de mar (Lepeophtheirus salmonis)”, explicó Marcos Godoy.

El académico de la USS ha realizado muchas investigaciones y ha tratado de entender el vínculo entre ciertos patógenos de carácter viral y los peces, en especial, los salmones. “Por ejemplo, en 1997 se detectó una nueva patología que afectaba al salmón rojo, y que los marcaba de color amarillo. La enfermedad se denominó el síndrome histérico del salmón rojo, pero nadie sabía qué era”, explicó.

Tras casi una década de investigación, y sin los resultados esperados, Marcos Godoy recibió una muestra en su laboratorio, donde se le solicitaba analizarla con urgencia. “Teníamos nueve años de fracasos y decepciones, pero en menos de 48 horas logramos tener el primer diagnóstico probable de que existía un nuevo virus que estaba afectando a la industria: la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA)”, añadió.

Hoy en día, Marcos Godoy, en colaboración con académicos e investigadores canadienses están trabajando en epidemiología molecular en los sistemas acuáticos. “Este año no hemos tenido ningún caso de virus ISA. De hecho, tenemos menos casos que Noruega. Chile es un muy buen ejemplo de cómo una epidemia puede ser controlada por la bioseguridad. Hay que evitar el contacto, disminuir la densidad e implementar técnicas de all-in all-out para controlar los virus”, expresó.