Trabajo de telescopio Euclid busca almacenar información de materia y energía oscura
El 1 de julio de este año despegó el cohete Falcon 9 de SpaceX, desde Estados Unidos, que puso en órbita al telescopio Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA). El lanzamiento marca el comienzo de una misión que busca revelar dos misteriosos componentes del universo: la materia oscura y la energía oscura. Julio Gallegos, astrofísico del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), analiza el trabajo del satélite artificial.
En conversación con Pablo Quiroga, de Circuito Europa, de TXS Plus, el experto detalló el tipo de trabajo que hará Euclid. El telescopio observará miles de millones de galaxias a una distancia de hasta 10 mil millones de años luz, para crear el mapa 3D más exacto y extenso del universo. Esto ayudará a los científicos a mejorar la comprensión que desempeña, por ejemplo, la gravedad.
“Lo que busca Euclid es una visión cosmológica. Su misión es estudiar y entender de mejor manera lo qué es la materia oscura y la energía oscura. Para hacer esto, observará la mayor cantidad de galaxias que pueda. Su rango de búsqueda será de 15 mil grados cuadrados. La idea es buscar 1500 millones de galaxias, ver cómo cambia la forma de estas y determinar por qué hay materia oscura delante”, explica Gallegos.
Trabajo compartido
Euclid está equipado con un telescopio reflector de 1,2 metros que alimenta a dos instrumentos científicos: VIS (instrumento visible), que obtiene imágenes sumamente nítidas de las galaxias en una amplia sección del cielo; y el NISP, que puede analizar la luz infrarroja de las galaxias por su longitud de onda para establecer de forma exacta su distancia.
“Con esa información, se va a hacer un mapa que indicará dónde debería estar la materia oscura. Pero, a la vez, va a profundizar mucho en el tiempo, ya que va a llegar a ver las primeras galaxias, que son de aproximadamente unos 10 mil años hacia atrás. Desde ese tiempo hasta hoy, se han observado galaxias y se ha ido determinando cómo era el universo para tratar de reconstruir su evolución”, explica.
Julio Gallegos indica que no será un complemento del telescopio James Webb, ya que verán materias diferentes. Pero adelanta que la NASA sí está trabajando en la creación de otro satélite, llamado Roman (en honor a la astrónoma Nancy Grace Roman), que sí será complementario al trabajo de Euclid. “Cuando se observa con dos telescopios parecidos, construido por equipos distintos, pero con tecnologías similares, lo que mejora es la eliminación de errores. Lo que se conoce como errores sistemáticos”, agrega el astrofísico.
Finalmente, Gallegos señala que se está trabajando con telescopios terrestres y telescopios satelitales. Que ambos tipos de instrumento ayudan a lograr el objetivo de descubrir nuevas materias y analizar cómo han ido evolucionando nuestras galaxias. Además, por otra parte, cuenta que próximamente sacará un libro para niños, llamado “El cielo es morado”. Según cuenta el astrofísico, el cielo, como lo vemos nosotros, no es azul; sino que tiene tintes de color lila.