Avances tecnológicos como la IA o la robótica están siendo cada vez más comunes, facilitando así el desarrollo del conocimiento en todos los grupos etarios. Por eso mismo, la investigadora Ángela Castro, académica de la U. San Sebastián, sede Patagonia, está liderando un programa que busca cerrar brechas en la educación preescolar y básica, especialmente en zonas rurales de Chile.

Dentro de las temáticas enseñadas por la docente, se integran la metodología STEM, la robótica colaborativa y la inteligencia artificial. La idea es generar el desarrollo de proyectos innovadores que permiten a profesores y estudiantes acceder a una educación tecnológica avanzada, incluso en lugares donde existe baja conectividad.

Para Ángela Castro este tipo de conocimientos son absolutamente necesarios en la formación actual de niños y adolescentes. “Es un desafío muy grande para el área educativa, porque estas habilidades son cada vez más necesarios en la formación. Y muchas veces los profesores que entregan estos talleres de robótica, son de tecnología; y no los de matemática o ciencia”, indicó a Rockstars.

Además, añadió la experta, estos nuevos aprendizajes se pueden transformar en herramientas extraordinarias que pueden ser aplicadas en el contexto de las clases generales. “Mientras más aprendizajes prácticos, es más motivador. Muchas veces, no todos los niños pueden visualizar todo el potencial que tienen. Empecé a trabajar esa línea desde una mirada más pedagógica”, agregó.

Con la ayuda de Manito

Tras hacer un doctorado en Educación en la Universidad de Barcelona, Ángela Castro regresó al país para comprometerse en los desafíos académicos, pero desde el punto de vista de la ruralidad. En la región de Los Lagos, específicamente, comenzó a capacitar a los docentes para que su formación fuese más impactante y relevante en los niños de las comunidades.

Comentó que ese trabajo inductivo ha sido clave para enriquecer el programa educativo de la zona. “Actualmente tenemos tres proyectos en ejecución que están pensados para las comunidades rurales. En primer lugar, un proyecto que tiene como foco acercar la ingeniería al aula multigrado, bajo un enfoque STEM. Nuestros resultados preliminares dan cuenta de que este tipo de experiencias facilitan la circulación de los saberes de las aulas multigrado”, indicó.

En Chile, como en muchas partes del mundo, existen escuelas rurales de multigrado, que es un modelo educativo que busca dar respuestas cuando la población es muy baja (densidad) o las distancias son muy grandes para que los niños vayan a una escuela urbana. “En particular, en Chile, la data del Ministerio de Educación Rural dice que alrededor del 60% de los establecimientos rurales son multigrado. Esto quiere decir que son establecimientos donde podemos encontrar hasta seis niveles escolares a la vez”, explicó.

Bajo ese mismo trabajo, recientemente la académica  Ángela Castro lideró un taller, que fue publicado en la revista Education Sciences, que explora el uso de robots colaborativos -controlados por voz- para desarrollar habilidades de pensamiento computacional en niños de entre 4 y 6 años en el sur de Chile. El estudio, que involucró a 34 niños durante una semana, evidenció mejoras significativas en las habilidades de pensamiento computacional de los participantes, evaluadas mediante la herramienta TechCheck-K.

La doctora en Educación indicó que el proyecto nació por otorgarles a los niños un acercamiento con la robótica. “Visualizamos que los robots educativos que están ahora disponibles son muy limitados. Por lo mismo, con el rápido avance que ha tenido la tecnología, particularmente la IA, ahora es posible poder desarrollar nuevos kit educativos. Así nació la idea de Manito, un brazo robótico que permite desarrollar pensamiento computacional”, puntualizó.