
FLASIC certificó las buenas prácticas del Centro de Simulación Clínica Avanzada LINK USS
Con 10 ambientes de simulación de alta complejidad como UCI adulto, pediátrica y neonatal; salas de emergencias y pabellones quirúrgicos; y estancias de cirugía robótica y de mínima invasión, la Universidad San Sebastián presentó hace unos meses LINK USS, el primer Centro de Simulación Avanzada, enfocado en la seguridad de los pacientes.
Y haces pocos días, Federico Ferrero, presidente de la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente (FLASIC), habló sobre la acreditación en las cinco sedes de la entidad y de cómo el centro aportará al desarrollo de esta técnica en Latinoamérica. El especialista argentino además es autor del libro “El universo educativo es una simulación”, donde habla de buenas prácticas.
La simulación clínica se remonta al siglo XVIII, principalmente en ejercicios obstétricos. Pero es en la segunda mitad del siglo XX donde empieza a despegar fuertemente, dados los programas de reanimación cardiopulmonar (RCP). “Además, en la década del 80 se desarrollan los simuladores robotizados, y se introducen la computación y la ingeniería de sistemas. Y después, obviamente, hay una revolución importante en la educación en ciencia de la salud”, explicó Ferrero a Rockstars.
Si bien, hace un par de años, los principales avances en simulación se daban en Europa o Estados Unidos, últimamente, los costos más accesibles para América Latina han hecho que varios centros se hayan instalados en países como Argentina, Colombia, México, Brasil y Chile. “Cada vez hay más centros de simulación y se crean sociedades profesionales que empiezan a tener áreas de simulación, sobre todo de alta fidelidad para entrenar la resolución de crisis”, destacó el especialista.
La USS en la cima
Hoy en día, comentó Federico Ferrero, los costos en simuladores clínicos oscilan entre los 150 mil y 500 dólares. Pero para el presidente de FLASIC lo que define a un buen simulador son los objetivos de aprendizaje. “Hay que entrenar una situación inmersiva. Se deben hacer a través de dinámicas de trabajo grupal y ahí no importa el costo del simulador. Lo importante es la interactividad del simulador, comunicarte con tus compañeros y tomar una decisión en conjunto”, declaró.
Por lo mismo, el presidente del organismo internacional se refirió a la acreditación, es decir a la aprobación cualitativa, de las prácticas de enseñanza en las cinco sedes de la USS. “Este programa de acreditación de FLASIC nació en 2019 y los estándares de evaluación están diseñados y validados por varios expertos de la región. En Chile, la USS es la primera institución acreditada”, señaló.
Otro de los puntos evaluados, añadió Ferrero, tiene que ver con la enseñanza basada en simulación. Allí se preocupan de la normativa institucional, el equipo docente, cómo está organizada la enseñanza, cómo se organiza cada evaluación, qué hacen con los resultados, cómo los utilizan, mejora de gestión y planes estratégicos, entre otros objetivos. “FLASIC certificó por seis años a todas las sedes de la USS”, destacó.
Finalmente, Federico Ferrero, presidente de FLASIC, sostuvo que América Latina seguirá creciendo en espacios de simulación. “Se deben formar docentes y equipos multidisciplinarios como los tiene LINK USS. Hoy en día, en FLASIC estamos sacando evaluación y certificación de educadores, que tengan estándares de buena práctica. En nuestra sitio hay muchas herramientas sobre lo que se está debatiendo en el mundo y lo que estamos trabajando en América Latina para mejorar los centros”, insistió.