Los genomas pueden ayudarnos a construir el mapa del poblamiento americano
Nuevos hallazgos genéticos, junto con descubrimientos arqueológicos recientes, han demostrado que el proceso de poblar las Américas fue mucho más complejo de lo que se creía anteriormente. De manera significativa, ahora sabemos que múltiples poblaciones antiguas contribuyeron a la ascendencia de los pueblos indígenas y no solo una.
Una revolución en la biología molecular a finales del siglo XX permitió a los científicos aportar nuevos enfoques, incluida la capacidad de recuperar ADN de restos ancestrales, a la cuestión de cuándo los humanos poblaron por primera vez los continentes americanos.
Los investigadores pudieron secuenciar y analizar directamente el ADN mitocondrial heredado por la madre y los cromosomas, así como heredado por el padre, de poblaciones indígenas antiguas y contemporáneas. A partir de estos datos genéticos, pudieron estimar el momento de los principales eventos demográficos.
Surgieron las líneas generales de la historia de la población: ancestros en Asia, un período de aislamiento de los ancestros de los pueblos indígenas durante el apogeo del Último Máximo Glacial (LGM), seguido de una rápida expansión de la población.
Pero la imagen era solo un boceto, basado en solo un par de partes del genoma. Cuando se tiene el genoma completo, se proporcionan muchas órdenes de magnitud más información sobre la ascendencia de una persona que el ADN mitocondrial o los cromosomas Y.
Los genomas de algunos pueblos indígenas contemporáneos revelan una variación genética atribuible al contacto con los europeos después de su llegada a las Américas en 1492. Porciones de genomas que se heredan de los primeros pueblos, ancestros indígenas que son anteriores al contacto europeo, revelan historias que se remontan a decenas de miles de años a tiempo.
Los avances recientes han permitido a los científicos recuperar y analizar el ADN de fuentes, incluso muy mal conservadas. Estos desarrollos han aumentado considerablemente la cantidad de genomas de los pueblos antiguos, y los nuevos métodos para analizar los genomas han ayudado a comprender mejor las historias que cuentan.
Juntos, los genomas antiguos y contemporáneos pintan una imagen mucho más detallada de los orígenes de los Primeros Pueblos que la esbozada por la evidencia mitocondrial y del cromosoma Y, que muestra de dónde vinieron las diferentes ramas de sus antepasados y cuándo se encontraron.
Tal como están las cosas en 2021, la mayoría de los arqueólogos y genetistas están de acuerdo en que los seres humanos se establecieron en las Américas hace al menos 14.000 a 15.000 años, pero no están de acuerdo en exactamente qué sitios son legítimos y, por lo tanto, cómo las primeras personas pueden haber ingresado a los continentes. Esta diversidad de opiniones refleja los desafíos de trabajar con los registros arqueológicos y genéticos, que contienen grandes lagunas.
Para conocer más sobre este tema, lee el artículo original en: “Los genomas revelan el viaje de la humanidad a las Américas” en Scientifc American.
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