Esta semana en Sala de Situaciones, Guillermo Holzmann y su invitado: Iván Witker, analista internacional, revisaron en profundidad la crisis que vive Afganistán tras la llegada al poder de los talibanes.

La atenta mirada del mundo entero está puesta en Afganistán tras la irrupción en Kabul de los talibanes, quienes llegaron a la capital sembrando el pánico entre la población que ha intentado durante toda la semana, abandonar el país de manera desesperada.

Iván Witker explicó que la situación que se vive es extraordinariamente compleja ya que incorpora muchos intereses extranjeros. La característica geográfica de Afganistán hace que sea decisiva en el equilibrio asiático, pero también para el resto del mundo. “Por eso existen tantos imperios y países con intereses en lo que allí está ocurriendo. Hay un tema que llama particularmente la atención y es la imposibilidad de conjugar todas las miradas culturales y étnicas, sumadas a las diferencias internas, a las que definió como un verdadero caleidoscopio de etnias y orígenes distintos”, señaló.

Para Witker, la cantidad de riquezas naturales que existen en la zona es otro elemento clave que despierta el interés de sus vecinos. “En Afganistán se encuentran las minas de cobre más grandes del mundo en las cuales tiene interés China. Además, en esa zona se produce un mineral llamado tierras raras que es fundamental para la industria aeroespacial y de los celulares”

Acerca de las razones del por qué las tropas estadounidenses y de la OTAN se quedaron en el país es un tema que para Witker sigue siendo un misterio, ya que, si bien los soldados usaron el lugar como campos de entrenamiento, resulta extraño que con el correr de los años no se haya constituido una policía afgana fuerte capaz de hacer frente a los talibanes.

El analista internacional cree que la administración de Joe Biden deberá pagar los costos de la política exterior de los EE. UU. de los últimos 20 años. Añadió que “tengo la sensación de que todas las administraciones norteamericanas privilegiaron entenderse con el pueblo pastún, un grupo étnico no muy homogéneo que, entre sí, tienen innumerables diferencias”

Aclaró que los países que han intervenido han hecho caso omiso de los pastunes en circunstancias que son la mayoría, lo que explicaría el escaso éxito de estás acciones.

Witker añadió que Talibán es una palabra que viene del pastún y significa estudiante. Nacieron el año 1994 y provienen de la formación que logró establecer el Mulá Omar de los antiguos Muyahidines. “Los talibanes intentan imponer la Sharía (ley islámica), su versión extremista de solucionar todos los problemas civiles con la lógica religiosa… Concluyen su pasada sangrienta el 2001 con la intervención norteamericana… Creo que la situación de ellos en la actualidad y pese a que tienen el poder de las armas será muy compleja, veo con dificultad que se transformen en un régimen estable”, sintetizó.

Además, manifestó que son sanguinarios por antonomasia con un nulo respeto por la institucionalidad multilateral, por lo que el analista internacional, cree que el diálogo es muy difícil de lograr.

Finalmente, Iván Witker, dijo que hoy en Afganistán, todo se resuelve con sangre y que el gran error de los países que han intentado intervenir la zona es creer que con la supremacía militar se puede solucionar. “El factor cultural de las relaciones internacionales es fundamental”, concluyó.