Nuevas tecnologías y cambios culturales son los desafíos de la remotización en la minería
En una nueva edición de Minería del Mañana, Eduardo Fuentes, abordó junto a Marcelo Santander, CTO de Tres60, los desafíos de la remotización en la minería y los beneficios que tendrá en materia de seguridad y productividad.
Marcelo Santander, CTO de Tres60, explicó que hace aproximadamente una década se viene desarrollando en Chile la remotización en la industria de la minería, pero que en la actualidad se ha orientado a la integración de diversas áreas.
En este sentido, Santander, aclaró que existen dos claros desafíos para impulsar este tipo de tecnologías. La primera; es conectar equipos autónomos como perforadoras y camiones que permitan operaciones a distancia lo que se traducirá en beneficios de seguridad para sus operarios, y la segunda incorporar en el sector los cambios culturales que acarrea la implementación de estas técnicas.
El jefe tecnológico de Tres60, agregó que para los centros integrados remotos una de las metas más relevantes es contar con una conexión 24/7 los 365 días del año.
En este sentido, añadió que la forma de establecer las comunicaciones resulta clave. Es así como existen dos alternativas: la fibra óptica y la señal de aire vía microondas.
Aunque la fibra óptica permite una conexión de excelente calidad, está sujeta a ser interferida por eventos sísmicos ya que funcionan por energía eléctrica.
“En ese caso los centros debieran incorporar mecanismos alternativos de comunicación por aire, es decir enlaces vía microondas que son capaces de mantener la comunicación pese a la vibración sísmica”, aseguró.
¿Podría el 5G ser un colaborador eficaz en estas materias?
Ante la inminente llegada de la tecnología 5G, Marcelo Santander, aseguró que, junto con traer beneficios en los usuarios de las redes móviles, en la industria minera mejorará considerablemente en tareas como manejar a distancia; las que se verán beneficiadas por la baja latencia.
El 5G garantizará respuestas casi en tiempo real con niveles no superiores a los 2 a 3 milisegundos, muy por debajo de los 100 milisegundos que proporciona el 4G.
Sin embargo, reconoció que esta implementación tiene un elevado costo debido a la infraestructura que requiere en las faenas mineras.